Los investigadores determinaron que en las zonas de estudio se creó un laboratorio natural que recrea las condiciones de la Tierra primitiva
Un grupo de investigadores japoneses liderados por la científica Fátima Hau, del Instituto de Ciencia de Tokio encontró un entorno natural que podría responder la pregunta sobre el origen de la vida en la Tierra.
Como bien se sabe la vida en la Tierra no existía hace más de dos mil millones de años, la superficie era un ambiente hostil que no podía albergar animales, plantas u oxigeno. Las zonas lacustres de nuestro planeta eran lugares calientes y llenos de hierro que dificultaban la formación de ser vivientes a su alrededor.
Los únicos que podían sobrevivir a esta gran cantidad de hierro fueron los microbios y cianobacterias que se alimentaban de los pocos recursos disponibles. La supervivencia de estas bacterias llevó a los investigadores a realizar un estudio en cinco manantiales termales en Japón, los cuales tiene características similares a los que había hace dos mil 300 millones de años.
¿Cómo surgió la vida en la tierra?
Las cinco zonas de estudio se ubican en la región de Akita, Aomori y Tokio, estos manantiales poseen grandes cantidades de hierro ferroso del mismo tipo que dominaba en los océanos en los inicios de la Tierra. Cuando este metal entra en contacto con el oxigeno rápidamente se oxida, sin embargo, al encontrarse dentro del agua se mantiene estable y da esa tonalidad rojiza a la zona.
De acuerdo con lo resultados de los investigadores, se determinó que en estos manantiales se creó un laboratorio natural que recrea las condiciones de la Tierra primitiva, donde el pH neutro del agua y el hierro ha logrado que los microorganismos interactúen de la misma manera que se hacía en el origen de la vida en la Tierra.
Los microbios “oxidantes de hierro microaerófilas” pueden vivir en ambientes con poco oxigeno y obtiene gran parte de su energía al transformar el hierro ferroso en férrico, este proceso podría considerarse similar a la fotosíntesis oxigénica.
El estudio reveló que los microbios en los manantiales replicaban los procesos metabólicos clave del los primeros indicios de vida en la Tierra, fijando elementos como el carbono, nitrógeno y la oxidación del hierro.
Asimismo se cree en la posibilidad de que existiera un “ciclo oculto de azufre” para poder reciclar este elemento en mínimas cantidades y mantener el equilibrio químico del sistema.
Este descubrimiento ilumina las incógnitas del inicio de la vida en la Tierra, así como ofrecer pistas sobre zonas hostiles en otros planetas donde también se puede contar con poblaciones microbacterianas que viven en Marte, Júpiter y sus lunas heladas o Saturno.
Fuente: oem.com.mx


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