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El rover Curiosity descubre carbono orgánico en rocas de Marte

Las concentraciones son superiores a las que se registran en algunas partes de la Tierra

En un paso trascendente hacia la confirmación de la presencia de vida antigua en Marte, la NASA ha detectado grandes concentraciones de carbono orgánico en muestras obtenidas por el rover Curiosity en la zona del cráter Gale. La medición de carbono orgánico es uno de los indicadores más fuertes en los procesos que dan lugar a la vida.

Científicos del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA identificaron al menos de 200 a 273 partes por millón de carbono orgánico en el material recolectado en Marte por el rover de la agencia espacial estadounidense. Esto es comparable o incluso más que la cantidad encontrada en las rocas de lugares con muy poca vida en la Tierra, como partes del desierto de Atacama, en América del Sur, y más de lo que se ha detectado en los meteoritos marcianos.

Sabemos que nuestro planeta está habitado por formas de vida basadas en el carbono. Eso significa que la base de los compuestos químicos que hacen posible la vida en la Tierra es el elemento carbono. Su función es crucial, porque se une a otros elementos como el hidrógeno y el oxígeno para crear las moléculas complejas que permiten el desarrollo de la vida. Esto explica por qué buscamos carbono cuando intentamos encontrar evidencias de vida en otras partes del Sistema Solar, incluyendo a Marte.

Las condiciones necesarias para la vida

De acuerdo a una nota de prensa, el carbono orgánico total es una de las medidas más importantes para comprender cuánto material está disponible en un espacio en concreto como materia prima para la química prebiótica y, potencialmente, para el desarrollo de la vida. Las conclusiones en torno al análisis de las muestras obtenidas por el rover Curiosity se desarrollan en un nuevo estudio, liderado por la científica Jennifer Stern.

Según este trabajo científico, publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se trata de la primera cuantificación de carbono orgánico a granel en las rocas sedimentarias de la superficie de Marte, conseguida gracias a un experimento de combustión escalonada realizado por el rover Curiosity en el cráter Gale. La muestra de lodolita analizada por el rover representa un ambiente lacustre previamente habitable: se cree que la vida fue posible en ambientes acuáticos del planeta rojo en algún momento de su historia.

La región analizada es un espacio favorable para la preservación de compuestos orgánicos formados in situ o transportados desde una amplia área de captación, según concluyen los investigadores. Aunque la abundancia de carbono orgánico a granel en estas muestras de lutitas no confirma por completo la existencia de vida pasada en Marte, constituye un nuevo indicio clave en ese sentido. De acuerdo a un artículo publicado en Universe Today, ahora es necesario confirmar si la medición de Curiosity indica la presencia de compuestos que crean vida o si el carbono proviene de otras fuentes.

Muestras de 3.500 millones de años de antigüedad

Para realizar su medición, Curiosity entregó roca en polvo a su instrumento Sample Analysis at Mars (SAM), para su posterior estudio. Un horno a bordo calentó la muestra a temperaturas que se fueron elevando progresivamente, utilizando al mismo tiempo oxígeno y calor para convertir el elemento en dióxido de carbono (CO2). Aunque el experimento se llevó a cabo en 2014, fueron necesarios varios años de análisis para que el equipo científico pudiera comprender los resultados y ponerlos en el contexto de otros hallazgos de la misión.

Vale destacar, sin embargo, que el descubrimiento de carbono orgánico en Marte no es nuevo, pero los hallazgos anteriores tenían importantes limitaciones. Para encontrar este compuesto en el cráter Gale, Curiosity tomó una muestra de suelo de un área de rocas de lutita de 3.500 millones de años de antigüedad. Las muestras fueron tomadas en la formación Yellowknife Bay, que contenía un lago hace varios miles de millones de años. Según los científicos, el carbono orgánico era parte del material que se asentaba en el fondo del antiguo lago.

Fuente: Tendencias21