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El polvo sahariano también lleva partes de cesio y níquel

Las partículas de polvo que han llegado estos días a España contienen sustancias químicas contaminantes. Sin embargo, también pueden servir como abono para fertilizar la tierra

Desde la mediodía del lunes, el polvo sahariano traído por la borrasca Celia a la península ibérica ha sorprendido por los paisajes que ha dejado. Coches sucios, cielo naranja, polvo en la calle… Durante estos días, las autoridades también se han centrado en prevenir a la población sobre el peligro para la salud de esta sustancia volátil, que puede contener sustancias químicas contaminantes.

Durante el mes de febrero de 2021, a Francia también llegó un temporal de calima que tiñó sus cielos de naranja y llenó todo de polvo. Estas partículas, según el biólogo Pierre Barbey de la Universidad francesa de Caen, pueden contener isótopos radiactivos y otras sustancias contaminantes, según relató a ‘France 3’.

Entre las sustancias que pueden ser traídas por el aire destaca el cesio-137, un isótopo radiactivo que se produce por fisión nuclear y que tiene una vida útil de 30 años. Cuando pasa este periodo, esta sustancia se semidesintegra y va perdiendo parte de su contenido radiactivo.

¿De dónde viene el cesio-137 de la calima?

Según Barbey, que el polvo sahariano contenga este elemento radiactivo se debe a las pruebas nucleares que Francia realizó en el Sáhara desde la década de 1960. En esa época, el territorio magrebí era parte del protectorado francés, que se dedicó a probar en esa región posibles armas nucleares.

Francia realizó la primera prueba nuclear el 13 de febrero de 1960 en Argelia, y la última tuvo lugar el 29 de enero de 1996. Asimismo, la contaminación del polvo con otras sustancias como el níquel se atribuyen al desarrollo industrial que han vivido en las últimas décadas países del norte de África como Marruecos o Túnez.

Se puede conocer el origen de la calima

Científicos de la Universidad de Granada, UGR, estiman que el Sáhara envía entre 400 y 700 millones de toneladas de polvo al año al resto del mundo. A pesar de que a veces estas partículas pueden ser contaminantes y traer sustancias peligrosas, otros estudiosos defienden los beneficios de la llegada de estos iberulitos.

Según explican los investigadores de la UGR, un iberulito es una partícula de polvo que viaja y va atrapando componentes de los lugares por los que va pasando. Por ejemplo, un iberulito que pase por el archipiélago canario interaccionará con el dióxido de azufre emitido al ser una región volcánica.

Después, si atraviesa la zona atlántica del Golfo de Cádiz, puede que se sumen a esta partícula diversos microorganismos marinos. Por lo tanto, es posible realizar un registro de por dónde ha pasado un iberulito antes de llegar a un punto concreto.

Beneficios de la calima

¿Qué beneficios pueden reportar entonces las partículas de la calima? Según el educador ambiental Hugo Diez, la calima puede ser un proceso “muy beneficioso”. “El polvo contiene numerosos micronutrientes que ayudan a fertilizar la tierra y generar biomasa en los océanos. Incluso atraviesa el Atlántico para fertilizar el Amazonas”, comenta en su cuenta de Twitter.

Lo mismo opina Juan José Ibáñez, doctor en ciencias biológicas e investigador del CSIC, quien destaca que los iberulitos pueden llegar a la península ibérica en forma de agregados “ricos en materia orgánica, esqueletos de algas, azufre de origen volcánico, esqueletos de diatomeas, sales, polen, virus, fósforo, hierro o calcio”.

Asimismo, el educador ambiental reconoce que la calima empeora la calidad del aire, pero, a su vez, destaca el lado positivo de la llegada de estas partículas de polvo del Sáhara a la península ibérica.

Fuente: lasexta.com