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El genoma del animal que vive a mayor profundidad desvela su secreto

El genoma del ‘gusano del diablo’ –el animal conocido que vive a mayor profundidad– ha sido secuenciado, proporcionando pistas sobre cómo se adapta un organismo a condiciones letales de altas temperaturas.

En 2008, Gaetan Borgonie, de la Universidad de Gante, y el geocientífico de la Universidad de Princeton Tullis Onstott, descubrieron este gusano microscópico mientras investigaban comunidades bacterianas subterráneas en minas de oro activas en Sudáfrica. Borgonie y su equipo quedaron atónitos al descubrir el gusano a más de un kilómetro de profundidad: un animal complejo y multicelular que prospera en un entorno que solo se cree que es apto para microbios, con altas temperaturas, poco oxígeno y altas cantidades de metano.

Los investigadores nombraron al gusano Halicephalobus mephisto, en honor a Mefistófeles, un demonio subterráneo de la leyenda medieval alemana Fausto.

Según el estudio publicado en Nature Communications, su genoma ofrece evidencia de cómo la vida puede existir debajo de la superficie de la Tierra y abre una nueva forma de entender cómo la vida puede sobrevivir más allá de la Tierra, dijo John Bracht, profesor asistente de biología en la Universidad Americana que dirigió el proyecto de secuenciación del genoma.

La secuencia reveló que el genoma codifica una cantidad inusualmente grande de proteínas de choque térmico conocidas como Hsp70, lo cual es notable porque muchas especies de nematodos cuyos genomas están secuenciados no revelan una cantidad tan grande. Hsp70 es un gen bien estudiado que existe en todas las formas de vida y restaura la salud celular debido al daño por calor.

Muchos de los genes Hsp70 en el genoma del gusano del diablo eran copias de sí mismos. El genoma también tiene copias adicionales de los genes AIG1, conocidos genes de supervivencia celular en plantas y animales. Se necesitará más investigación, pero Bracht cree que la presencia de copias del gen significa la adaptación evolutiva del gusano.

“El gusano del diablo no puede escapar; está bajo tierra”, explicó Bracht. “No tiene más remedio que adaptarse o morir. Proponemos que cuando un animal no pueda escapar del calor intenso, comience a hacer copias adicionales de estos dos genes para sobrevivir”.

Al escanear otros genomas, Bracht identificó otros casos en los que las mismas dos familias de genes, Hsp70 y AIG1, se expanden. Los animales que identificó son bivalvos, un grupo de moluscos que incluyen almejas, ostras y mejillones. Están adaptados al calor como el Gusano del Diablo. Esto sugiere que el patrón identificado en el gusano del diablo puede extenderse más generalmente a los organismos que no pueden escapar del calor ambiental.

Fuente: europapress.es