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El Etna sorprende con una nueva erupción: 5 claves de uno de los volcanes más activos del mundo

Considerado el volcán más grande de Europa, se mantiene en un estado de actividad constante y puede llegar a emitir varias erupciones a lo largo del año

El volcán Etna, ubicado en la isla de Sicilia, al sur de Italia, registró una violenta erupción durante el lunes 2 de junio, según informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV). La actividad volcánica provocó una imponente columna de humo y ceniza que superó los 5.000 metros de altura.

El fenómeno incluyó el derrumbe parcial del cráter sureste, lo que generó flujos piroclásticos y emisiones de lava. A pesar de la magnitud del evento, los primeros informes indican que no hay amenaza inmediata para las poblaciones cercanas. El Etna, uno de los volcanes más activos de Europa, continúa siendo objeto de vigilancia constante por parte de las autoridades científicas y de protección civil.

Pero, ¿qué sabemos exactamente sobre él? A continuación, te contamos cinco interesantes datos del volcán que te sorprenderán.

  1. Un volcán de altura (y en expansión)

Con una imponente altura y un histórico de erupciones bajo la superficie marina que se remonta hasta casi medio millón de años, su espectacular dimensión puede variar unas pocas decenas de metros según su actividad. Así ha ocurrido con la reciente erupción, pues el INGV ha informado de un incremento en la altura del Etna, que ha alcanzado en los últimos días los 3.369 metros.

Probablemente, este dato resulta el más evidente, pero también el más excepcional: el Monte Etna tiene un área de 1.190 km² y su tamaño dobla al de la siguiente montaña más grande de Italia, el Monte Vesubio. Hasta hace 170.000 años, su cráter estaba orientado hacia la vertiente suroeste, momento a partir del cual comenzó a centrarse y erigir su estructura por encima del nivel del mar.

La cumbre del volcán se encuentra coronada por no uno, sino cuatro cráteres distintos, cada uno con su nombre propio: el Cráter Noreste, la Vorágine, la Bocca Nuova y el Cráter Sureste. Debido a su enorme tamaño, se calcula que prácticamente una cuarta parte de los habitantes de Sicilia viven en las faldas del volcán, por lo que resulta un lugar muy llamativo para los turistas.

  1. Imponente y letal: la erupción más devastadora mató a 20.000 personas

La erupción más destructiva registrada en el Etna se produjo en el año 1669. El 8 de marzo de aquel año, el volcán comenzó a retumbar y emitir gas desde su cima. Ante las señales de la inminente erupción, los habitantes no se alarmaron. Durante el transcurso de los días, comenzaron a emitirse gases nocivos que causaron la muerte por asfixia de miles de personas que habitaban en los territorios limítrofes al volcán.

Momentos después, el volcán comenzó a expulsar una sorprendente colada de lava en el lado sur de la montaña, que inició su camino hacia la ciudad siciliana de Catania. Se estima que emitió 830 millones de metros cúbicos de lava.

Finalmente, el magma traspasó las barreras erigidas por los habitantes para desviar la letal sustancia y comenzó a extenderse por la ciudad, arrasando todo a su paso. Se calcula que más de 20.000 personas que se negaron a abandonar su hogar murieron carbonizadas en Catania.

  1. siempre activo

No, el Etna no sólo es el volcán más alto de Europa, sino también uno de los más activos del mundo, y durante la última década ha estado en actividad casi constante. Antes del año 2001, el volcán entraba en erupción aproximadamente cada dos años, pero desde ese momento su actividad se ha intensificado.

Es posible que se produzcan varias erupciones en un año, e incluso en un mes. Prueba de ello es que el Etna fue noticia en 2021 durante seis meses seguidos, un lapso en el que emitió tanta cantidad de lava que su altura creció casi 30 metros.

A pesar de su frecuencia, las erupciones tienden a ser relativamente inofensivas y se califican como actividad volcánica de bajo nivel, lo cual incluye lenguas de lava, explosiones estrombolianas y leves emisiones de magma.

  1. raíces mitológicas

Considerada como una de las principales puertas de acceso al inframundo, la enormidad del Monte Etna tampoco pasó desapercibida para los antiguos romanos, quienes lo convirtieron en epicentro de muchos de sus mitos y fábulas mitológicas.

Según cuenta la leyenda, Vulcano, dios romano del fuego, tomó la base del volcán para erigir su herrería, donde forjaba armas, hierro y armaduras en compañía de cíclopes y gigantes. Sin embargo, cada vez que se enteraba de alguna infidelidad de su mujer, Venus, diosa del amor y la belleza, este atizaba con una fuerza descomunal el metal al rojo vivo. Como consecuencia de sus arrebatos de ira, el volcán entraba en erupción.

Además, los romanos también consideraban que bajo esta montaña descansaba Tifón, un colosal monstruo alado desterrado por Zeus a las profundidades del volcán, cuya ira causaba frecuentes erupciones de lava y terremotos en la zona.

  1. El significado del nombre ETNA

El nombre de «Etna» deriva del término del griego antiguo Aitne, que puede traducirse como «quemar» o «encender», y que, a su vez, procede de la raíz aitho, que significa «calor». Un término que podemos encontrar referido en varias de las obras de escritores latinos como Cicerón y Ovidio.

En la mitología griega, Aitne también era el nombre de la ninfa que habitaba en ese monte, hija de Urano, dios del Cielo, y Gea, de la Tierra, que acabó convirtiéndose en la deidad del famoso volcán.

Fuente: nationalgeographic.com.es

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