El cannabis ataca a la energía de las neuronas
El trabajo, publicado en Nature y dirigido por Giovanni Marsicano de la Universidad de Burdeos (Francia), ha sido realizado en colaboración con científicos de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), del Achucarro Basque Center for Neurosciencey, de la Universidad Complutense, y de varios centros de Canadá e Italia.
Hasta ahora se sabía que tanto el cannabis natural como los fármacos sintéticos (cannabinoides) que se usan para combatir el dolor en enfermedades crónicas y el cáncer, afectan a la memoria.
Y es que estas sustancias se unen a los receptores de cannabinoides tipo 1 (los CB1) localizados en las terminales nerviosas de las neuronas y dificultan la transmisión de mensajes entre estas células del cerebro provocando así episodios de amnesia o pérdida de memoria.
Además, en los últimos años se ha demostrado que el receptor CB1 también se localiza y funciona en las mitocondrias de las neuronas, ha explicado a Efe Nagore Puente, del Departamento de Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UPV/EHU y coautora del estudio.
Un paso más allá
El trabajo publicado en Nature va un paso más allá y demuestra que la amnesia inducida por cannabinoides requiere de la activación de los receptores de cannabinoides CB1 localizados en las mitocondrias del hipocampo (la estructura cerebral implicada en la formación de memoria).
Para llegar a esta conclusión, los investigadores eliminaron genéticamente el receptor CB1 de las mitocondrias del hipocampo y vieron que con ello se eliminaba tanto la pérdida de memoria como la disminución de la comunicación neuronal inducidas por los cannabinoides.
La misma investigación demostró también que la amnesia y las alteraciones neurofisiológicas que causan los cannabinoides son resultado de una regulación aguda de la actividad bioenergética mitocondrial a través de la activación directa de los receptores CB1 en las mitocondrias.
Y es que, según el estudio, cuando se activan los receptores CB1 mitocondriales, se reduce la respiración celular, lo que no sólo tiene lugar en el cerebro, sino también en el corazón y el resto de músculos del cuerpo.
Por todo ello, “un mal funcionamiento mitocondrial puede tener serias consecuencias en el cerebro“, advierte el neurocientífico de la UPV/EHU y coautor del trabajo, Pedro Grandes.
“Por ejemplo, la disfunción mitocondrial crónica interviene en la patogenia de las enfermedades neurodegenerativas, el ictus o los trastornos asociados al envejecimiento. Sin embargo, se desconocía la implicación de la modulación aguda de la actividad mitocondrial en funciones cerebrales superiores”, explica Grandes.
Fármacos cannabinoides bajo la lupa
Y desde el punto de vista traslacional, aunque los derivados cannabinoides tienen un potencial terapéutico bien conocido, su uso queda limitada por los importantes efectos adversos que presentan al actuar sobre los receptores CB1, entre ellos la pérdida de memoria.
“Por esa razón, el uso del cannabis con fines terapéuticos debería estar basado en un justo balance del riesgo-beneficio”, opina Nagore Puente.
Los resultados de esta investigación “podría ser de interés de cara al desarrollo de nuevas herramientas terapéuticas basadas en los derivados cannabinoides más eficaces y seguros en el tratamiento de ciertas enfermedades cerebrales”, asegura Grandes
Fuente: EFE