¿El Arca de Noé? Descubren una extraña formación de 160 metros bajo el monte Ararat que coincide con el relato bíblico
En lo alto de las montañas de Turquía se encuentra una misteriosa formación geológica que algunos investigadores creen que son los restos del Arca de Noé
El Arca de Noé, la embarcación en la que, según el relato del Génesis, se salvaron un par de ejemplares de cada especie de la Tierra así como la familia del propio Noé, es una de las historias más famosas de la Biblia, en la que la humanidad y la fauna habrían evitado el diluvio universal lanzado por Dios.
Se dice que el arca se posó en los montes Ararat tras un diluvio de 150 días hace unos 5.000 años. Pero, ¿existió realmente el Arca de Noé? Ahora, un grupo de investigadores estadounidenses, llamado Noah’s Ark Scan ha anunciado que comenzará la primera excavación controlada en la zona conocida como Durupınar, en la ladera sur del monte Ararat (Ağrı Dağı), en Turquía, tras descubrir evidencia de estructuras angulares y un vacío en las profundidades de la montaña. Creen que este sitio con forma de barco podría albergar las ruinas de la legendaria embarcación.
¿Se trata de restos artificiales o una formación natural?
La Formación Durupınar está ubicada a solo 29 kilómetros al sur del Monte Ararat, el pico más alto de Turquía. Allí, los investigadores creen haber encontrado evidencia de actividad humana cerca de la formación con forma de barco en las montañas entre 5.500 y 3.000 a. C. “Es exactamente lo que se esperaría encontrar si se tratara de una embarcación artificial, de acuerdo con las especificaciones bíblicas del Arca de Noé», declaró Andrew Jones, investigador independiente, en una entrevista a la Christian Broadcasting Network (CBN).
El arqueólogo Nezih Başgelen, director de la Plataforma de Monitoreo del Patrimonio Cultural y Natural, recordó que esta estructura fue identificada por primera vez en 1959 por el capitán Ilhan Durupınar mientras analizaba fotos aéreas de la región entre las aldeas de Telçeker y Üzengili. En una de las imágenes observó una forma inusual, parecida a un barco. Por este motivo, en 1989, el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía declaró el área como «sitio natural protegido», reconociendo su posible valor arqueológico y cultural.
Los datos descubiertos hasta ahora
Por el momento, el equipo trabajará en colaboración con universidades turcas para profundizar en la evidencia; se están haciendo y harán todo tipo de pruebas no destructivas, como muestreo del suelo y escaneos de radar; después, planean desarrollar un plan de protección del lugar y verificarán si las estructuras detectadas bajo tierra son de origen artificial o natural.
Según las exploraciones hechas con radar, la estructura tiene la misma longitud que la atribuida al Arca en los textos bíblicos, lo que ha reavivado el interés en el lugar. Concretamente, el radar reveló una estructura rectangular a pocos metros bajo la superficie, ubicada dentro de una colina ovalada de 160 metros de largo. Han identificado lo que parece ser un túnel de 4 metros que atravesaba el centro de la formación así como tres capas subterráneas, que coinciden con la descripción bíblica de que el barco tenía tres cubiertas.
Mientras tanto, un nuevo análisis de los datos del radar supuestamente ha revelado “pasillos o corredores centrales y laterales que atraviesan la embarcación” y estructuras angulares de hasta 6 metros de profundidad, características que podrían representar habitaciones bajo una cubierta (lo que potencialmente la convierte en algo más que una simple formación geológica, como muchos científicos han expuesto).
Tal y como explica el Libro del Génesis, “Haz un techo para el arca, y termínala hasta un codo por encima, y pon la puerta del arca a su lado. Hazle una cubierta inferior, una segunda y una tercera”. Según las medidas bíblicas, el arca medía 300 codos de largo, 50 codos de ancho y 30 codos de alto, lo que equivale a, aproximadamente 157 metros de largo, 26 metros de ancho y 16 metros de alto.
Podría ser la prueba definitiva del naufragio petrificado… o no
El análisis de rocas y suelo de la zona muestra actividad humana en la región, que se remonta a los años posteriores al diluvio de la leyenda del Arca de Noé. Sin embargo, los arqueólogos han afirmado durante muchos años que no se trata de ninguna estructura artificial hecha por el hombre, sino una formación geológica natural y que tampoco existe registro geológico que hable sobre un diluvio global como el que se describe en el texto religioso.
Por contra, el equipo de Noah’s Ark Scans cree firmemente que sí se trata de la bíblica embarcación. La materia orgánica encontrada alrededor del sitio parece sugerir que no se trataba de una simple leyenda urbana que evocaba a Indiana Jones, según el equipo. Si se confirman nuevas evidencias, este lugar podría convertirse en un destino de interés global. Solo el tiempo dirá si el debate acerca de la historia del Arca de Noé llega a su fin.
Fuente: nationalgeographic.com.es