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El ADN desvela la historia del sorprendente perro lanudo, con cuya lana se hacían mantas

Estos canes, ahora extintos, eran esquilados como ovejas por los indígenas Salish americanos, que los tenían en gran estima. Una nueva investigación secuencia el genoma del animal y arroja luz sobre las causas de su espectacular pelaje, su origen y su desaparición repentina

Las tribus Salish de la Costa en el estado de Washington y Columbia Británica (EE.UU.) criaron durante miles de años una raza de perro única. El perro lanudo era apreciado por su espeso y espectacular pelaje, que los indígenas esquilaban como a ovejas para elaborar mantas y otros artículos textiles con propósitos ceremoniales. A los propios canes se les atribuían valores espirituales, eran cuidados con esmero y, a menudo, tratados como queridos miembros de la familia. Su imagen adornaba cestas y otras formas de arte. Sin embargo, a principios del siglo XX la raza desapareció tras una a creciente ocupación colonial y la pérdida de la tradición de tejer lana de perro. Como resultado, se sabe muy poco de estos animales, incluida su ascendencia, los fundamentos genéticos de su preciosa lana y los factores precisos que llevaron a su extinción.

Para responder a estas preguntas, un equipo dirigido por investigadores del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian (Washingthon) ha analizado las pistas genéticas conservadas en la piel de ‘Mutton’, el único vellón de perro lanudo conocido en el mundo. Los investigadores secuenciaron el genoma del animal e identificaron casi un treintena de genes relacionados con el crecimiento del pelo que pueden darle ese aspecto esponjoso. Los resultados se han dado a conocer este jueves en la revista ‘Science’.

A finales de la década de 1850, el naturalista y etnógrafo George Gibbs cuidaba de un perro lanudo llamado ‘Mutton’. Cuando el animal murió en 1859, Gibbs envió su piel a la Institución Smithsonian, donde aún se conserva. Sin embargo, pocos conocían su existencia hasta que fue redescubierta a principios de los 2000. La bióloga molecular Audrey Lin se interesó por el vellón. «Cuando lo vi me sentí abrumada por la emoción. Había oído que estaba un poco desaliñado, pero pensé que era hermoso», dice. A la investigadora le sorprendió descubrir que prácticamente no se había realizado ningún estudio sobre la genética de los perros lanudos, así que decidió emprender el primero junto al antropólogo Logan Kistler y con la ayuda de los descendientes de los Salish.

Los investigadores secuenciaron el genoma del perro lanudo y lo compararon con el de razas de perros antiguas y modernas para determinar qué les diferencia. Así, el equipo estimó que los perros lanudos se separaron de otras razas hace 5.000 años, una fecha que coincide con los restos arqueológicos de la región. También descubrieron que ‘Mutton’ era genéticamente similar a los perros precoloniales de Terranova y Columbia Británica. Casi el 85% de su ascendencia puede estar relacionada con perros precoloniales, lo que resulta sorprendente, ya que ‘Mutton’ vivió décadas después de la introducción de las razas de perros europeas. Según los investigadores, esto fue posible porque los Salish pusieron mucho cuidado en garantizar su cría y que no se mezclaran con otros canes.

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El equipo analizó más de 11.000 genes diferentes para determinar por qué estos perros lucían un vellón tan esponjoso, con fibras que se podían hilar juntas para crear hilo de lana. Identificaron 28 genes que tienen vínculos con el crecimiento del pelo y la regeneración de los folículos. Estos incluían un gen que causa el fenotipo de pelo lanoso en humanos y otro relacionado con el pelo rizado en otros perros. Incluso se activaron genes similares en los genomas de mamuts lanudos.

Opresión colonial

Sin embargo, la genética de ‘Mutton’ poco pudo decir a los investigadores sobre lo que causó la extinción de los perros. Tradicionalmente, se ha especulado con que la llegada de mantas hechas a máquina a la región a principios del siglo XIX hizo que los perros lanudos fueran prescindibles. Pero Pavel y otros expertos tradicionales no creen que estas sociedades reemplazaran a su perros tan fácilmente. En cambio, sospechan que la migración forzada de los pueblos indígenas tras la llegada de los colonos europeos, así como las políticas coloniales diseñadas para privar de derechos y criminalizar el conocimiento y las prácticas culturales de los Salish pudieron acabar con la cría de estos animales. «Fueron miles de años de mantenimiento muy cuidadoso perdidos en un par de generaciones», lamenta Lin.

Pero a pesar de su desaparición, el recuerdo de los perros lanudos todavía está arraigado en la sociedad Salish, una memoria que las nuevas técnicas científicas pueden mantener aún más viva.

Fuente: abc.es