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Dispositivos de Japón y Emiratos despegan hacia la Luna

Una compañía japonesa aspiraba a llevar a la Luna su propio módulo de aterrizaje privado, que despegó el domingo a bordo de un cohete de SpaceX junto con el primer vehículo lunar de Emiratos Árabes Unidos y un robot japonés con aspecto de juguete diseñado para desplazarse por el gris polvo lunar.

El módulo de aterrizaje y sus experimentos tardarán casi cinco meses en llegar a la Luna.

La compañía ispace diseñó su vehículo para que tuviera un consumo mínimo de combustible, para ahorrar dinero y dejar más espacio al cargamento. De modo que tomará un rumbo lento y de bajo consumo hasta el satélite, con un vuelo de 1,6 millones de kilómetros (1 millón de millas) desde la Tierra antes de volver y encontrarse con la Luna a finales de abril.

En cambio, la cápsula de tripulación Orion de la NASA tardó cinco días en llegar a la luna el mes pasado con maniquíes de pruebas a bordo. La misión termina el domingo con un amerizaje en el Pacífico.

El módulo de ispace intentará descender en el cráter Atlas en el nordeste del lado más cercano de la Luna, que mide más de 87 kilómetros (50 millas) de ancho y dos kilómetros (algo más de 1 milla) de profundidad. Con sus cuatro patas extendidas, el dispositivo mide más de 2,3 metros (7 pies) de alto.

Emiratos Árabes Unidos, que ya tiene un satélite científico en torno a Marte, quiere explorar también la Luna. Su vehículo, llamado Rashid, por la familia real de Dubái, pesa apenas 10 kilos (22 libras) y operará en la superficie unos 10 días, como los otros elementos de la misión.

El módulo de aterrizaje también lleva una esfera del tamaño de una naranja de la Agencia Espacial Japonesa, que se transformará en un robot con ruedas en la luna. También viajan una batería sólida de una compañía japonesa de enchufes; una computadora de vuelo de una empresa de Ottawa, Ontario, con inteligencia artificial para identificar hitos geológicos que vea el vehículo emiratí, y cámaras de 360 grados de una firma de la zona de Toronto.

A bordo de cohetes había también un pequeño experimento láser de la NASA, que llegaría a la Luna por su cuenta para buscar hielo en los cráteres del polo sur del satélite, donde nunca brilla el sol.

La misión de ispace se llama Hakuto, que significa conejo blanco, ya que según el folclore asiático hay un conejo blanco que vive en la Luna. La compañía tiene previsto otro alunizaje en 2024 y un tercero en 2025.

Fundada en 2010, la empresa estuvo entre las finalistas del concurso Google Lnar XPRIZE, que incluía un lanzamiento exitoso a la Luna para 2018. El vehículo lunar diseñado por ispace no llegó a lanzarse.

Otra finalista, la firma israelí sin fines de lucro SpaceIL, logró llegar a la Luna en 2019. Pero en lugar de aterrizar con cuidado, la nave Beresheet se estrelló contra la Luna y quedó destruida.

Tras el lanzamiento del domingo de madrugada desde Cabo Cañaveral, ispace podría convertirse en una de las primeras compañías privadas que intenta un alunizaje. Aunque no salen hasta principios del año que viene, los módulos de Astrobotic Technology, de Pittsburgh, y Intuitive Machines, de Houston, podrían adelantar a ispace porque tienen rutas más rápidas.

Sólo Rusia, Estados Unidos y China han logrado alunizajes «suaves» en el satélite, empezando con la misión Luna 9 de la antigua Unión Soviética en 1966. Y sólo Estados Unidos ha llevado astronautas a la Luna, 12 hombres en seis viajes.

Fuente: AP