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Detectan particular agujero negro a 450 millones de años luz de la Tierra

Con ayuda de los telescopios Hubble y Chandra, un equipo internacional de astrónomos detectó lo que podría ser un raro agujero negro de masa intermedia. Está ubicado a 450 millones de años luz de la Tierra, lejos del centro de su galaxia anfitriona, y habría devorado una estrella cercana, liberando una intensa emisión de rayos X. Este hallazgo podría aportar pistas clave sobre cómo se forman los agujeros negros supermasivos

Gracias a observaciones del Telescopio Espacial Hubble y del observatorio de rayos X Chandra, un equipo internacional de astrónomos identificó lo que podría ser un raro ejemplo de agujero negro de masa intermedia, una categoría poco común y difícil de detectar. El hallazgo fue publicado recientemente en The Astrophysical Journal.

El objeto, conocido como NGC 6099 HLX-1, se encuentra en las afueras de una galaxia elíptica gigante a unos 450 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de Hércules. Los datos sugieren que está ubicado dentro de un pequeño cúmulo estelar, y que probablemente se trate de un agujero negro con una masa de cientos o miles de veces la del Sol.

Mientras que los agujeros negros supermasivos (como el que se presume está en el centro de esta misma galaxia) son bien conocidos, los de masa intermedia (IMBH, por sus siglas en inglés) han sido más difíciles de encontrar. A diferencia de los más grandes, estos no emiten radiación constante, por lo que solo pueden detectarse cuando “devoran” una estrella cercana y liberan una ráfaga de energía. Ese fenómeno se conoce como evento de disrupción de marea.

El equipo detectó por primera vez esta fuente inusual de rayos X en 2009 usando el observatorio Chandra. Años más tarde, continuaron el seguimiento con el telescopio XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea. Durante ese tiempo, la fuente aumentó de brillo hasta 2012 y luego fue disminuyendo gradualmente hasta 2023. Ese patrón sugiere que el agujero negro pudo haber destruido una estrella cercana, alimentándose de sus restos durante varios años.

El cúmulo de estrellas donde está ubicado el agujero negro ofrece muchas oportunidades para que se repitan estos eventos, ya que las estrellas están muy juntas (a solo unos meses luz de distancia unas de otras), lo que facilita encuentros fatales con el agujero negro.

Este posible IMBH se encuentra a unos 40.000 años luz del centro de su galaxia, muy lejos del núcleo donde suelen estar los agujeros negros más masivos. Para los investigadores, este tipo de descubrimientos puede aportar pistas clave sobre cómo se forman y evolucionan los agujeros negros gigantes.

Existen dos teorías sobre el origen de los supermasivos. Una sugiere que nacen a partir de la fusión de agujeros negros de masa intermedia, como el que se investiga aquí. Otra plantea que pueden formarse directamente a partir del colapso de enormes nubes de gas en el universo temprano, sin pasar primero por la formación de estrellas. Ambos modelos podrían ser válidos para distintos contextos, y hallazgos como el de HLX-1 ayudarán a entender mejor ese proceso.

Fuente: elespectador.com

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