Desviar un asteroide es más complicado de lo que pensaba la NASA
La ciencia todavía tiene mucho que aprender sobre la “técnica del impactador cinético”, que potencialmente salvaría vidas
En 2022 la NASA hizo chocar una nave espacial contra un asteroide. Querían ver si lograban alterar su período orbital en torno a su asteroide madre. La misión, llamada DART (Double Asteroid Redirection Test) apuntaba a determinar si la humanidad teóricamente podía salvarse de un catastrófico impacto de asteroide.
La misión DART impactó con Dimorphos, una diminuta luna que orbita en torno a un asteroide más grande llamado Didymos, el 26 de septiembre de 2022. Los resultados del impacto cumplieron las expectativas de la NASA porque se acortó el periodo orbital de Dimorphos en 32 minutos. Ese cambio más que bastaría para desviar a un asteroide peligroso y alejarlo de la Tierra, lo que indica que esta estrategia – la técnica del impactador cinético – podría salvarnos si fuese necesario. Pero las investigaciones más recientes complican esta historia de éxito. Una investigación de los residuos que dejó la misión DART sugiere que la técnica, si se aplica para defender al planeta, no es tan directamente efectiva como lo pensaban los científicos.
“Logramos desviar un asteroide al moverlo de su órbita”, declaró el autor principal del trabajo Tony Farnham, astrónomo investigador de la Universidad de Maryland. “Nuestras investigaciones muestran que aunque el impacto directo de la nave espacial DART logró ese cambio, las rocas eyectadas le dieron un impulso adicional, casi igual de importante. Ese factor adicional cambia la física que tenemos que considerar al planificar este tipo de misiones”. Farnham y sus colegas publicaron sus hallazgos el 4 de julio en The Planetary Science Journal.
Conglomerado de rocas
Dimorphos es un asteroide de “rocas acumuladas” que se mantienen juntas por la fuerza de la gravedad. Este estudio se aplica sólo a este tipo de asteroides. Si el DART hubiera impactado contra un cuerpo más sólido, el impacto no habría producido esos efectos, pero en la galaxia hay muchos otros asteroides de rocas acumuladas, por lo que es importante entender cómo responden a la técnica del impactador cinético.
Los investigadores analizaron imágenes tomadas por LICIACube, un satélite de la agencia espacial de Italia que se había montado sobre la nave espacial de la misión DART. Unas dos semanas antes del impacto, el LICIACube se separó y empezó a seguir a la nave espacial a unos tres minutos de distancia, con lo que el satélite pudo tomar imágenes dne la colisión y sus efectos, enviándolas a la Tierra. Además de observar el cráter que dejó el DART en la superficie de Dimorphos, el LICIACube captó la columna eyectada, una nube de polvo y pedregullo que eyectó el asteroide al ser golpeado.
Esas imágenes les permitieron a Farnham y sus colegas el estudio de 104 rocas de entre 0,5 y 7,2 metros de ancho. Las rocas salieron disparadas del asteroide a 187 kilómetros por hora. Y lo extraño fue que no se distribuyeron como al azar, y eso contradijo las expectativas de los científicos.
«Vimos que las rocas no salieron disparadas como al azar por el espacio”, dijo Franham. “Más bien, se agrupaban en dos sectores casi definidos y no había material en otros lugares, lo que significa que hay algo que no conocemos cómo funciona”.
El grupo más grande, con el 70% de las rocas, salió disparado hacia el sur alejándose velozmente del asteroide formando ángulos graves. Los investigadores creen que esos objetos provenían de un lugar específico de Dimorphos, tal vez dos rocas grandes conocidas como Atabaque y Bodhran, que se hicieron pedazos cuando los paneles solares del DART chocaron contra ellas antes de que las golpeara el cuerpo de la nave espacial
No son todos iguales
Cuando compararon esto con el resultado de la misión de Impacto Profundo de la NASA (EPOXI) que golpeó una sonda contra un cometa para estudiar su estructura interior, la distribución de las rocas tenía más sentido. Pero mientras el Impacto Profundo chocó contra la superficie de partículas pequeñas y uniformes, el DART impactó contra una superficie rocosa, con rocas grandes. Como resultado “los patrones de eyección formaron estructuras caóticas y en forma de filamentos”, explicó Jessica Sunshine, profesora de astronomía y geología de la Universidad de Maryland, que fue investigadora principal de Impacto Profundo.
“Al comparar las dos misiones obtenemos información de cómo responden a los impactos los diferentes tipos de cuerpos celestes, y eso es crucial para asegurar el éxito de una misión de defensa planetaria”, añadió.
Las 104 rocas eyectadas tenían una energía cinética total igual al 1,4% de la energía de la nave espacial DART, y el 96% de esa energía se dirigió al sur, representando “importantes aportes de impulso que no se habían tomado en cuenta en las mediciones del período orbital”, indican los investigadores en el informe. La fuerza de las rocas que salieron disparadas del Dimorphos con el impacto del DARD pueden haber inclinado el plano orbital del asteroide hasta en un grado, potencialmente causando que se traslade erráticamente y a los tumbos por el espacio.
“Al estudiar en conjunto el impulso en todas las direcciones y entender el rol de las rocas de la superficie podremos saber mejor de qué forma el impacto podría alterar los efectos de un impactador cinético, reduciéndolos o reforzándolos”, escribieron los investigadores.
Los astrónomos catalogaron ha unos 2.500 asteroides potencialmente riesgosos en nuestro rincón de la galaxia. Son rocas espaciales que pueden acercarse a la Tierra, y eso es alarmante si el tamaño es lo suficientemente grande como para causar daños importantes si impactan contra nuestro planeta. Aunque en este momento no se conoce riesgo de que alguno de esos asteroides choque con nuestro planeta durante el próximo siglo, el desarrollo de estrategias para impedir tal catástrofe podría salvar vidas en algún momento. El éxito de la misión DART sugiere que la NASA va por buen camino, pero este nuevo estudio muestra que todavía hay mucho por aprender sobre los efectos de la técnica del impactador cinético.
Fuente: es.gizmodo.com