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“Desde el punto de vista científico todo es falso en Star Wars”

La saga de Star Wars, conocida en España como La Guerra de las galaxias, ha cautivado a millones de personas de todas las edades desde el estreno de la primera película Episode IV – A new hope hace 40 años. Los miles de millones de dólares recaudados en cuatro décadas por las ocho películas, incluida la spin-off Rogue One estrenada en 2016, son solo el reflejo de la pasión que levantan las historias que suceden en una galaxia lejana y sobre todo ficticia. De hecho, cada 4 de mayo se celebra el Día de Star Wars.

El éxito de estos filmes de ciencia ficción se ha convertido en el trampolín perfecto para que el astrofísico Roland Lehoucq (Issy-les-Moulineaux, Francia, 1965) hable de la ciencia que hay detrás. Aunque desde un principio no espera ninguna respuesta científica correcta en las películas, Lehoucq lleva años comprobando si lo que realmente vemos en la gran pantalla es o no verosímil, o si podría serlo en el futuro, como cuenta en su libro Faire de la science avec Star Wars (reeditado en octubre de 2015).

Su objetivo no es más que aprovechar el interés que suscitan las tramas de la saga para atraer al público hacia la física actual. “La respuesta ya casi la sabíamos al empezar, pero al justificarlo hemos aprendido cosas”, señala. En su reciente visita a Madrid, el investigador de la Comisión para la Energía Atómica y Energías Alternativas (Francia) nos argumenta qué es ciencia –o podría serlo– y qué es ficción en La guerra de las galaxias.

¿Tiene alguna relación ‘la Fuerza’ que utilizan los caballeros Jedi con las cuatro que conocemos en la naturaleza (interacción nuclear fuerte, electromagnética, nuclear débil y gravitación)?

Si nos fijamos en las películas y en sus efectos especiales y en cómo los Jedi la utilizan y cómo la define el Jedi Obi-Wan Kenobi –una energía creada por todos los seres vivos que nos rodea y nos penetra la galaxia entera–, la Fuerza podría ser la de gravitación ya que es la que une las estrellas y el gas en una galaxia. Es un campo de energía que nos rodea y nos penetra. Esto tendría sentido si además recordamos que Skywalker, al entrenarse en el planeta Dagobah, levanta objetos, piedras e incluso al robot R2D2, sin tocarlo, solo con la mirada. Es como si hubiera podido ser capaz de manipular la gravedad. Pero por otra parte, cuando vemos algunas manifestaciones de la Fuerza, como cuando el Emperador quiere matar a Skywalker, le salen rayos de sus dedos, y esto corresponde a la fuerza electromagnética. Pero tanto esta como la gravitación son fuerzas diferentes para los físicos terrestres actuales, así que no funciona. La conclusión es que no sabemos qué es la Fuerza. Es algo puramente imaginario.

Uno de los elementos más carismáticos de la saga son las espadas láser. ¿Sería posible fabricarlas?

Como ve en las películas, la espada láser es un palo luminoso de diferentes colores y una longitud fija. No se puede tratar de luz tal y como lo vemos porque un rayo de luz se propaga en línea recta hasta que algo lo detiene. No se para de repente. En este caso es un láser, es decir también un haz luminoso monocromático muy preciso y que se propaga en una sola dirección. Es decir, que si esa dirección no es la de vuestro ojo, no se ve. Además la luz no es algo material, por lo que si dos haces de luz se cruzan, no se tocan ni se bloquean. Así que si pudiéramos fabricar algo similar, luminoso y que pueda agujerear paredes, por ejemplo, sería como una torcha plasma que sirven para fundir hierro o para comprobar el escudo térmico de los vehículos espaciales cuando entran en la atmósfera. Pero solo miden entre 15 y 20 cm, y calientan hasta 10.000 grados, y son muy brillantes. Podríamos conseguir estéticamente algo parecido a la espada, pero el problema seguiría siendo su consumo.

¿Viendo las películas se podría deducir qué potencia tiene una espada láser?

Ningún Jedi nos dice en las películas cuántos vatios tiene una espada láser. Pero mirando los filmes con ojos de físico, encuentras escenas que pueden darte pistas y determinar la potencia. Y así descubrimos que son 1.000 millones de vatios. Se trata de la misma potencia que la de un reactor nuclear. Y eso es mucho en solo una espada.

¿Qué ocurre con los planetas? ¿Algún día encontraremos exoplanetas similares a los de Star Wars?

Las películas de Star Wars se hicieron en un momento en el que no estábamos seguros, aunque había grandes probabilidades, de que hubiera otros planetas fuera de nuestro sistema solar. Desde 1995 hemos empezado a detectarlos y el proceso va tan rápido que ahora los encontramos regularmente –ya van 3.500–. Hemos identificado sistemas solares con varias estrellas, e incluso uno de ellos tiene tres estrellas. Aunque Tatooine solo exista en las películas, el hecho de que un exoplaneta tenga dos soles sí es totalmente posible. Otra cosa es que exista uno similar, que sea desértico y a la vez que pueda albergar vida. Los otros planetas que vemos en Star Wars solo tienen un ecosistema (desiertos, lava, océanos, árboles, o hielo) y son demasiado simples. Incluso observando a Plutón, que es un astro muerto en el que no hemos visto vida, hay una enorme variedad geológica. Creo que los planetas de la saga se hicieron así para facilitárselo a los espectadores. Pero no es muy correcto que un planeta sea tan uniforme.

¿Seremos capaces de construir en el espacio una megaestructura como la Estrella de la Muerte?

Haciendo cálculos, se puede estimar que la Estrella de la Muerte mide un poco menos de 500 km de diámetro, es decir más o menos el mismo tamaño que el segundo asteroide más grande del sistema solar, Vesta. Es una estructura enorme, así que construirla supondría un esfuerzo titánico; habría que tener los recursos materiales, energéticos y humanos, y encima hacerlo en el espacio. La energía que necesitaríamos sería descomunal, muy superior a la que la humanidad dispone. Ni siquiera es un problema económico. Los humanos hemos podido construir pirámides, un túnel bajo el canal de La Mancha, la Estación Espacial Internacional en el espacio (que pesa 400 toneladas), pero la estrella de la muerte pesa miles de millones de toneladas.

¿Y qué pasa con los viajes espaciales superrápidos? ¿Podremos tener naves para saltar al hiperespacio?

Según nuestros conocimientos actuales, la velocidad de la luz es infranqueable. No podemos ir más rápido. A esa velocidad, para viajar a la estrella más cercana se tarda cuatro años y medio. Así que en las películas de ciencia ficción siempre existe este problema. No pueden dedicar tantos años a viajar. La solución que encuentran para justificar los viajes superrápidos es que que van más rápido que la luz (violando la ley de la Física), o deciden que hay un atajo en un espacio paralelo distinto al nuestro en el que la nave entra, recorre una pequeña distancia y reaparece en el universo real a una distancia muy lejana del punto de partida. Esta es la idea del hiperespacio que se ha inventado. Pero no es científico. Otra cosa es que deformemos nuestro espacio por la presencia de materia, como dijo Einstein en el marco de la Teoría de la Gravitación. Ahí sí se podría imaginar una nave que deforma el espacio ‘contractándolo’ delante y dilatándolo detrás y que se desplace en esa dirección. Así se crearía una forma de atajo.

Respecto a los vehículos de la película, parece que sí hay en la actualidad proyectos para fabricar deslizadores o coches que pueden volar, ¿verdad?

No creo que un coche volador sea algo muy inteligente de hacer… [risas]. En cualquier caso, en Star Wars vemos vehículos que levitan por encima del suelo, incluso cuando el motor está parado. Para un físico esto evoca la antigravedad, es decir, ser capaz de crear un campo de fuerza que se opone a la ingravidez de un planeta, y tampoco es fácil de desarrollar. Se requieren unas densidades de masa y energía tan grandes que está fuera de nuestras capacidades técnicas actuales.

En resumen, ¿existe alguna base científica detrás de Star Wars o solo es una saga de ciencia ficción, que muestra cosas imposibles?

Aunque los autores se han inspirado en la ciencia y en el mundo actual en muchos aspectos, evidentemente no es un documental científico. Al ser películas de ciencia ficción hacen lo que quieren. Desde el punto de vista científico, podemos decir que todo es falso en Star Wars. No hay ni una sola cosa que se sostenga. Pero lo que es interesante es que se puede observar de múltiples maneras. Mi objetivo no es decir que esta serie de películas sea pésima porque la ciencia está mal tratada, sino que hay que analizar y comprender los elementos científicos que pudieran aparecer teniendo en cuenta nuestro conocimiento actual. Hay ciertos elementos que no están tan lejos como creemos, se podrían imaginar, pero aún están muy lejos de lo que sabemos hacer ahora.

¿Sus investigaciones sobre la forma del universo tienen alguna relación con la saga?

No tienen nada que ver. La topología cósmica se cuestiona si el universo es finito o infinito. Los modelos cosmológicos actuales describen el universo como infinito, aunque el universo observable, es decir, el conjunto de las cosas de las que tenemos información, sea finito. Pero no es algo obligatorio: el universo también podría ser finito y sin bordes, encerrándose sobre sí mismo y dando la ilusión de que es infinito. Sería como en las pantallas de los videojuegos, cuando un personaje sale del lado derecho y reaparece del lado izquierdo, o si sale por arriba aparece por abajo. En este campo estudiamos qué observaciones y cálculos se deben realizar para validar o invalidar esa hipótesis. La respuesta aún no la sabemos. Queda mucho trabajo por hacer.

Fuente: SINC