Descubren una rama de chimpancé arcaico
Basándose en la secuenciación del genoma completo de 69 chimpancés y bonobos salvajes modernos, el estudio revela que un 3% del genoma actual de estos primates proviene de este linaje ancestral extinto, que se cruzó con los bonobos en la selva de África Central hace más de 400.000 años.
El descubrimiento de esta nueva especie muestra síntomas de evolución y mecanismos de adaptación desconocidos y conservados en el genoma de los bonobos, como una mejora en el sistema inmunitario o mayor adaptación a diferentes recursos alimenticios.
El trabajo revela que la especie desconocida y actualmente extinta de chimpancés vivió en la selva de África central hace cientos de miles de años, se apareó y tuvo descendencia fértil con los bonobos.
El estudio, que publica hoy la revista Nature Ecology and Evolution, ha sido liderado por investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE) de Barcelona, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).
El director del IBE, Tomás Marqués-Bonet, es el investigador principal del estudio, en el que también ha participado Martin Kuhlwilm, investigador posdoctoral y recientemente premiado con una beca Junior Leader La Caixa en el grupo ‘Comparative Genomics Lab’.
Para llegar a las conclusiones, el equipo empleó técnicas estadísticas con gran poder predictivo, utilizadas habitualmente para identificar especies humanas extinguidas, según fuentes del IBE.
Ausencia total de fósiles
Ante la ausencia total de fósiles de chimpancé, la información genética “se vuelve crucial para llegar a entender cómo era este simio fantasma y en qué medida difería de los chimpancés y los bonobos”.
Por ello, según Marqués-Bonet “buscar el rastro de simio ancestral en el genoma moderno de bonobo puede ser la única estrategia para revelar o conocer esta población extinguida, como si se tratara de un fósil genómico”.
Debido a la semejanza entre el ser humano, los bonobos y los chimpancés, “cualquier descubrimiento en los mecanismos de adaptación y evolución de los bonobos podría tener repercusiones al hablar de la historia de los homínidos”, ha concluido Marquès-Bonet.
Fuente: EFE