Cienciaslider

Descubren una esfinge, que los arqueólogos describen como ‘magnífica’, con el rostro del emperador Claudio

Una misión arqueológica egipcia ha descubierto una esfinge de unos dos mil años de antigüedad en las inmediaciones del templo de Dendera que, según ha anunciado el responsable de las excavaciones, está en perfecto estado. Los arqueólogos han recalcado que la esfinge mantiene aún parte de los pigmentos originales y que los rasgos del personaje fueron representados con bastante precisión

Situado a unos 45 kilómetros al norte de Luxor, en el Alto Egipto, el templo de Dendera es un gran complejo ceremonial dedicado a Hathor, diosa del amor y la fertilidad. La construcción más antigua del lugar data del reinado del faraón Nectanebo I, el primer monarca de la dinastía XXX, que gobernó Egipto entre 381 a.C. y 364 a.C. Dendera es en la actualidad uno de los templos egipcios mejor conservados gracias, sobre todo, a que permaneció sepultado bajo la arena hasta que fue desenterrado por el arqueólogo francés Auguste Mariette a mediados del siglo XIX. Desde entonces han sido muchas las excavaciones que se han llevado a cabo para descubrir los secretos del lugar.

Ahora, los trabajos en curso en Dendera, dirigidos por Mamdouh El Damaty, ex ministro de Antigüedades y profesor de Arqueología en la Universidad Ain Shams de El Cairo, han sacado a la luz una esfinge que, según los investigadores, podría representar al emperador romano Claudio. Según el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, la esfinge fue tallada en piedra caliza y se halló en el interior de una estructura romana hecha de piedra caliza y mortero. “Los restos de la estructura constan de una plataforma en dos niveles y con suelos inclinados, en cuyo interior se encontró un depósito de almacenamiento de agua de época bizantina”, ha explicado El Damaty.

Una esfinge “magnífica”

La esfinge, que se encuentra prácticamente intacta, conserva parte de su pigmentación original y porta un nemes, un pañuelo ceremonial con una cobra (ureo) ciñendo su frente, símbolo de la realeza en el antiguo Egipto. “El examen inicial del rostro indica que es probable que se trate del emperador Claudio”, ha afirmado El Damaty. El propio arqueólogo ha definido la esfinge como “magnifica” ya que el rostro esboza “una sonrisa en los bordes de su boca”, y presenta “un hoyuelo a cada lado y restos de pigmentos rojos y amarillos”.

Egipto se hallaba por entonces bajo dominio romano, y los emperadores eran los gobernantes del país. Claudio (41-54 d.C.), como faraón, adoptó la titulatura de “Tiberio Claudio, emperador y soberano de soberanos, amado de Isis y Ptah, el poderoso toro de la Luna estable en el horizonte”.

La esfinge, que se encuentra prácticamente intacta, porta un nemes ceremonial con una cobra en la frente.

Pero los trabajos en Dendera, que empezaron en el mes de febrero de este año, han aportado más descubrimientos. Por ejemplo, la expedición arqueológica egipcia encontró también una estela de época romana con inscripciones en jeroglífico y demótico. Y es que el Alto Egipto no para de proporcionar sorpresas a los arqueólogos. Por ejemplo, en el mes de enero, otra misión egipcia, dirigida por Mustafa Waziri, ministro de Turismo y Antigüedades de Egipto, anunció el hallazgo de “una ciudad residencial romana” durante unas excavaciones que se estaban llevando a cabo en la ribera oriental del Nilo, junto al templo de Luxor.

Fuente: nationalgeographic.com.es