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Descubren río transcontinental con una antigüedad de más de 40 millones de años en la Antártida

El sistema fluvial descubierto en la Antártida Occidental, que se extendía por aproximadamente 1,600 kilómetros, transportaba sedimentos desde las montañas del Transantártico hasta el océano, creando un vasto delta en la costa

La Antártida, conocida por sus vastas extensiones de hielo y su clima extremo, guarda secretos que desafían nuestra comprensión del pasado terrestre. Recientemente, un equipo de investigadores desenterró pruebas de un antiguo río transcontinental, oculto bajo el hielo durante más de 40 millones de años. Este hallazgo, publicado en la revista Science Advances, revela la importancia de la Antártida en épocas en las que el clima se tornaba más cálido.

Durante la expedición en la bahía del Mar de Amundsen, los científicos perforaron y extrajeron muestras de sedimentos que datan del Eoceno. Estas muestras, que abarcan un periodo de hace 34 a 44 millones de años, revelan que la Antártida Occidental albergaba un sistema fluvial transcontinental. Este descubrimiento revela la existencia de un río considerable en el pasado.

Un río escondido en la Antártida

La Antártida Occidental, también conocida como la Menor, es una de las dos principales regiones del continente antártico, separada de la Antártida Oriental por las Montañas Transantárticas. Bajo su espesa capa de hielo, los científicos encontraron pruebas de un antiguo sistema fluvial. Mediante el análisis de núcleos de sedimentos, los investigadores descubrieron que esta región estaba atravesada por un río transcontinental hace millones de años.

Las muestras de sedimentos indicaron que los materiales fueron transportados desde las montañas hasta el mar por un gran río, posiblemente tan vasto como el actual Río Grande en Estados Unidos. Estos sedimentos, compuestos principalmente de arenisca, datan del Eoceno medio a tardío. El análisis isotópico y otras técnicas revelaron la presencia de compuestos orgánicos, lo que sugiere que la región una vez albergó una variedad de plantas y animales, y que las temperaturas estivales alcanzaban hasta los 19°C.

Johann Klages, sedimentólogo del Instituto Alfred Wegener en Alemania y coautor del estudio, destacó que este descubrimiento es fundamental para comprender las variaciones climáticas extremas a lo largo de la historia terrestre. Klages explicó que analizar estos periodos puede proporcionar información crucial sobre las consecuencias del calentamiento global, afirmando: “Para anticipar un cambio climático potencialmente severo en el futuro, debemos aprender de los periodos de la historia de la Tierra en los que esto ya sucedió”.

Un sistema fluvial transcontinental

El sistema fluvial descubierto en la Antártida Occidental es uno de los más antiguos conocidos hasta la fecha. Este río, que se extendía por aproximadamente 1,600 kilómetros, era comparable en tamaño a algunos de los ríos más grandes de la actualidad. Las evidencias encontradas indican que este sistema fluvial transcontinental transportaba sedimentos desde las montañas del recién formado Transantártico hasta el océano, creando un vasto delta en la costa.

El equipo de investigación, liderado por Maximilian Zundel de la Universidad de Bremen, utilizó técnicas avanzadas de datación y análisis mineralógico para estudiar los núcleos de sedimentos extraídos. Los resultados mostraron que los minerales y fragmentos de roca hallados no procedían de la Antártida Occidental, sino de las montañas del Transantártico, situadas a unos 1,500 kilómetros de distancia. Esto confirma la existencia de un río que cruzaba el continente y desembocaba en el mar, mucho antes de que la región se cubriera de hielo.

El río formaba parte de Gondwana

El estudio sugiere que el clima del Eoceno permitía la existencia de grandes sistemas fluviales en la Antártida Occidental. Los sedimentos encontrados, ricos en compuestos orgánicos, proporcionan una ventana a un pasado en el que la región albergaba vida diversa y temperaturas significativamente más altas que las actuales. Estos hallazgos son cruciales para comprender los cambios climáticos que transformaron la Antártida a lo largo de millones de años.

Este antiguo río formaba parte de Gondwana, un supercontinente que incluía a la Antártida, Australia, Sudamérica, África y la India. Hace unos 100 millones de años, cuando Gondwana comenzó a fragmentarse, la Antártida permaneció unida a Australia y Sudamérica durante un tiempo. No fue hasta hace unos 45 millones de años que la Antártida se separó completamente e inició un proceso de enfriamiento que eventualmente llevó a la formación de su extensa capa de hielo.

Durante el Eoceno, la Antártida experimentó condiciones climáticas muy diferentes a las actuales. Las temperaturas eran lo suficientemente altas como para mantener un entorno libre de hielo, lo que permitió que el sistema fluvial transcontinental prosperara. Las muestras de sedimentos revelan la presencia de compuestos orgánicos, indicando que la región albergaba una rica biodiversidad, incluyendo bacterias de agua dulce, plantas y animales.

Fuente: larepublica.pe