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Descubren que los microplásticos bloquean el flujo sanguíneo al cerebro

A medida que los microplásticos llegan cada vez más a nuestros alimentos y cuerpos, los investigadores se esfuerzan por evaluar su daño potencial

Un estudio reciente en ratones de laboratorio muestra que los microplásticos pueden provocar bloqueos del flujo sanguíneo en el cerebro, causando problemas cognitivos.

Microplásticos atrapados en los vasos sanguíneos de ratones

El estudio, publicado en Science Advances, fue dirigido por un equipo de la Academia China de Ciencias Ambientales en Beijing, que rastreó microplásticos en los vasos sanguíneos que se movían a través de los cerebros de ratones en tiempo real. Es la primera vez que se rastrea el movimiento de microplásticos de esta manera.

Utilizando técnicas de imágenes láser de alta resolución, los investigadores descubrieron células inmunes que contenían microplásticos atrapados dentro de los vasos sanguíneos de la corteza cerebral. Se han documentado bloqueos en los vasos sanguíneos y se han asociado con problemas cognitivos.

«Nuestros datos revelan un mecanismo por el cual los microplásticos alteran indirectamente la función del tejido al modular la congestión celular e interferir con el flujo sanguíneo, en lugar de penetrar directamente en el tejido», escribieron los investigadores.

“Este hallazgo abre una ventana al impacto de los microplásticos que ingresan al torrente sanguíneo”, agregaron.

Los investigadores observaron algunas similitudes entre estos bloqueos y los coágulos de sangre, y analizaron el impacto posterior en el comportamiento de los ratones. Los ratones con microplásticos en la sangre obtuvieron peores resultados que los ratones sin plásticos en pruebas de movimiento, memoria y coordinación, lo que sugiere un deterioro de la función cerebral.

Se necesitan más estudios sobre los efectos en los humanos

Aunque los bloqueos de microplásticos se resolvieron en un mes y la mayor parte del comportamiento cognitivo de los ratones volvió a la normalidad, los investigadores sugieren que puede haber un vínculo entre los microplásticos y problemas neurológicos, como depresión y ansiedad, así como un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y enfermedad cardiovascular.

“Estos hallazgos sugieren que los ratones tienen diversas anormalidades en la neuromodulación, similares a los estados depresivos asociados con la interrupción del flujo sanguíneo cerebral”, escribieron los investigadores.

Aunque no se sabe con certeza si se producen procesos similares en el cerebro humano debido a las diferencias significativas en los sistemas inmunológicos y el tamaño de los vasos sanguíneos, los ratones tienen suficientes similitudes biológicas con los humanos como para plantear el problema. Esto se está volviendo preocupante.

Aún queda mucho por descubrir sobre los mecanismos detrás de estos bloqueos, sus impactos a largo plazo y qué animales podrían verse afectados.

Los investigadores también señalan varios otros estudios que han comenzado a analizar el vínculo potencial entre los microplásticos y el riesgo de enfermedades, aunque no se ha encontrado ningún vínculo directo en humanos.

“El uso de mamíferos más grandes o modelos animales que se asemejen más al sistema circulatorio humano, como los primates no humanos, es importante para estudiar este proceso”, dijeron los investigadores.

Fuente: vietnam.vn