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Descubren que las moscas usan los olores para orientarse

Investigadores de Yale modificaron genéticamente las antenas de las moscas para detectar la luz y luego observaron cómo respondían las moscas a los cambios en los paquetes de luz de olores ficticios. La investigación reveló nuevos conocimientos sobre cómo las moscas pueden detectar de forma independiente el movimiento de los paquetes de olor. La supervivencia de todos los animales e insectos, desde los lobos hasta las abejas, depende de su capacidad para encontrar la fuente de los olores, lo cual es un desafío cuando el viento dispersa y oscurece su fuente. Investigaciones anteriores han demostrado que los animales y los insectos navegan hacia estos objetivos al sentir la intensidad de los olores y retroceder en la dirección opuesta del viento.

Sin embargo, solo el viento de popa puede desviarlos, por la misma razón que el humo que emana de una chimenea se dispersa y su estela no siempre conduce directamente a su origen. Un equipo de científicos de Yale, dirigido por Thierry Emonet y Damon Clark, se preguntó si las moscas tenían un truco diferente entre sus dos antenas: ¿podrían detectar el movimiento de los paquetes de olor, independientemente del viento?

Para un nuevo estudio, informa Yale, combinaron su experiencia en navegación olfativa y detección de movimiento para diseñar experimentos para probar esta hipótesis. Descubrieron que, de hecho, las moscas pueden sentir la dirección de los paquetes de olor en movimiento, no solo el viento.

Para hacer este descubrimiento, modificaron genéticamente las antenas de las moscas para detectar la luz, luego crearon paquetes de olores ficticios a partir de la luz y observaron cómo las moscas respondían a estas señales en ambientes ventosos y sin viento.

Descubrieron que las antenas de las moscas funcionaban en conjunto para reconocer la dirección en la que se movían los paquetes de olor, lo que permitía que las moscas ajustaran el rumbo basándose únicamente en las señales de los paquetes de olor. El artículo fue publicado en Nature. Este conocimiento no solo ayudará a la agricultura (cómo las abejas encuentran las flores) y la salud pública (cómo los mosquitos encuentran a las personas), sino también al desarrollo de robots que puedan detectar peligros en el medio ambiente (donde están enterradas las minas terrestres), dicen los investigadores.

Fuente: segre.com