Descubren la “galaxia oscura”
Desde el polvo de la Tierra a la más gigantesca y lejana galaxia, todo lo que está a nuestra vista se compone de materia ordinaria. Pero los científicos están convencidos de que existe otro tipo de materia, mucho más extraña y que nadie ha podido ver jamás, a la que han denominado «oscura». Lo saben porque ejerce una influencia gravitatoria sobre las estrellas y galaxias que sí podemos ver. Resulta además que, según los datos del observatorio espacial Planck, es predominante en el Universo: ocupa cerca del 23%, mientras que ni siquiera el 5% está hecho de materia «vulgar». El restante 72% es una misteriosa forma de energía llamada también oscura.
Ahora, un equipo internacional de investigadores ha descubierto a unos 330 millones de años luz una galaxia masiva cuya masa, similar a la de la Vía Láctea, está compuesta casi totalmente por materia oscura.
Aunque en términos astronómicos está relativamente cerca, la galaxia, denominada Dragonfly 44, ha pasado desapercibida para los científicos durante décadas porque es muy tenue. Situada en la constelación de Coma, parece tener tan pocas estrellas que debería romperse si no hubiera algo que estuviera manteniéndolas juntas. Pero, ¿el qué? Los astrónomos se dieron cuenta de que debía haber algo más oculto a la vista, según explican en The Astrophysical Journal Letters. Y eso es la materia oscura.
Para determinar la cantidad de materia oscura en Dragonfly 44, el equipo utilizó un instrumento del Observatorio W.M. Keck en Maunakea, Hawái. De esta forma, los investigadores midieron las velocidades de las estrellas durante 33,5 horas en un período de seis noches, de forma que pudieron determinar la masa de la galaxia. Entonces, utilizaron un espectómetro del observatorio Gemini, también en Maunakea, para ver el halo de los grupos esféricos de estrellas alrededor del núcleo de la galaxia, similar al halo que rodea nuestra Vía Láctea.
El movimiento de las estrellas nos dice cuánta materia hay, según explica Pieter van Dokkum, de la Universidad de Yale en Connecticut (EE.UU.). «A ellas no les importa qué forma tiene la materia, solo te dicen que está ahí. En la galaxia Dragonfly las estrellas se mueven muy rápido. Así que hay una gran discrepancia: encontramos varias veces más masa indicada por el movimiento de las estrellas, que la que hay en las propias estrellas».
La masa de la Vía Láctea
La masa de la galaxia se estima en un billón de veces la del Sol, muy similar a la de nuestra Vía Láctea. Sin embargo, solo una centésima parte del 1% está en la forma de estrellas y materia ordinaria. El restante 99,99% es materia oscura. Mientras tanto, nuestra galaxia tiene más de un centenar de veces más estrellas que Dragonfly 44.
Encontrar una galaxia con la masa de la Vía Láctea que es casi enteramente oscura fue inesperado. «No tenía ni idea de que galaxias como Dragonfly 44 podían formarse», dice Roberto Abraham, coautor del estudio. «Los datos de Gemini muestran que una fracción relativamente grande de estas estrellas está en forma de cúmulo, y probablemente es una pista importante. Pero por el momento solo estamos haciendo suposiciones».
A juicio de van Dokkum, esto tiene importantes implicaciones para el estudio de la materia oscura. «Ayuda tener objetos que estén casi totalmente compuestos de materia oscura, de forma que no nos confunden las estrellas y el resto de cuerpos que tienen las galaxias. Este descubrimiento revela un nuevo tipo de objetos masivos que podemos estudiar».
«En última instancia, lo que realmente queremos saber es qué es la materia oscura», dice el investigador. «La carrera está en marcha para encontrar galaxias oscuras masivas que estén aún más cerca de nosotros de lo que lo está Dragongly 44, para poder buscar señales débiles que pueden revelar una partícula de materia oscura».
Fuente: abc.es/ciencia