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Descubren conservados en ámbar un tipo de piojos alimentándose de plumas de dinosaurio

Antiguos insectos muy similares a los piojos de hoy en día parasitaban a los dinosaurios trepando por sus plumas, como demuestran un par de fósiles encontrados en ámbar hace poco.

Las aves de hoy en día a veces están infestadas por piojos que se alimentan de sus plumas y su carne, y como ilustra una nueva investigación publicada ayer en Nature Communications, sus predecesores mesozoicos tenían un problema similar.

El nuevo paper, dirigido por el paleontólogo Dong Ren de la Capital Normal University de Pekín, describe un insecto similar a los piojos completamente desconocido, que ha sido bautizado como Mesophthirus engeli y que vivió hace 100 millones de años durante el Cretácico medio. Diez de estos insectos fueron encontrados en dos piezas de ámbar birmano, en el cuál habían también plumas dañadas. Esas plumas parecían haber sido masticadas por insectos, y se trata de las pruebas más antiguas sobre masticación en plumas que existen en el registro fósil.

Que los dinosaurios sufrían el tormento de los parásitos no es ninguna sorpresa. Los dinosaurios que vivieron durante el Jurásico (entre 201 y 145 millones de años atrás) y el Cretácico (entre 145 y 66 millones de años atrás) estaban cargados de pulgas que les chupaban la sangre, y existen también pruebas de que las garrapatas han parasitado a los dinosaurios desde el Cretácico.

El nuevo descubrimiento es diferente, ya que ahora se ha convertido en el ejemplo más temprano de un insecto que masticase las plumas, el récord anterior pertenecía al Megamenopon rasnitsyni, un antiguo fósil de piojo aviar encontrado en Alemania que se remonta unos 44 millones de años antes del Eoceno, casi 22 millones de años después de que los dinosaurios no aviarios se extinguiesen. Este nuevo descubrimiento ahora nos permite reconocer este comportamiento parasitario otros 34 millones de años más atrás, y esto es algo importante.

“Es muy raro y difícil encontrar en ámbar estos insectos primigenios con forma de piojo”, escribió Chungkun Shih, coautor del nuevo estudio y científico del Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian. El descubrimiento es significativo, dijo, porque está ayudando a los paleontólogos a comprender mejor el desarrollo evolutivo temprano de las características físicas y de los comportamientos alimenticios de estos insectos.

En total, descubrieron 10 especímenes de M. rasnitsyni en dos piezas de ámbar encontradas en Myanmar y que contienen varias plumas de dinosaurio. El análisis microscópico de estas plumas mostró que estaban parcialmente dañadas, justo el tipo de daño que cabría esperar de estos parásitos capaces de masticar las duras púas y bárbulas de una pluma.

Como explicó Shih, este insecto tenía varias características típicas en un parásito, como por ejemplo un “pequeño cuerpo sin alas”, una cabeza con “fuertes partes masticatorias” o antenas gruesas, entre otras muchas características. El insecto tenía “fuertes piezas bucales para alimentarse de las plumas” y “garras para treparse y aferrarse a ellas”, dijo Shih.

Curiosamente, el Cretácico medio coincide con la diversificación de las aves y otros dinosaurios con plumas, por lo que todas estas inferencias tienen bastante sentido. Estos parásitos supieron aprovecharse del momento, para disgusto de los dinosaurios del Cretácico.

Fuente: gizmodo.com