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Descubren cómo el LSD desintegra la comunicación del circuito cerebral y propicia alucinaciones y altera la consciencia

El LSD cambia los patrones de comunicación entre ciertas regiones del cerebro, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Zurich y de la Universidad de Yale. El estudio también proporciona información sobre cómo se desarrollan trastornos mentales como la psicosis, la esquizofrenia o la depresión y da pistas acerca de cómo podrían tratarse.

La dietilamida de ácido lisérgico​ (LSD) es una droga psicodélica semisintética que produce alucinaciones, sinestesia (mezcla de sentidos), percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego, alteración de la percepción, de la conciencia y de los sentimientos. Los investigadores utilizaron la tecnología de imágenes cerebrales para examinar los efectos del LSD en los cerebros de los participantes sanos del estudio.

Los datos sugieren que el LSD desencadena una reducción en la comunicación entre las regiones del cerebro que son responsables del equilibrio psicológico necesario para la planificación y la toma de decisiones. Al mismo tiempo, el LSD aumenta la conectividad en las redes cerebrales asociadas con las funciones sensoriales y el movimiento.

Sobre la base de patrones de señales cerebrales, los científicos también pudieron establecer que los cambios en la conectividad cerebral causados ​​por el LSD están vinculados a un receptor particular en el cerebro (receptor de serotonina-2A). «Cuando bloqueamos este receptor con ketanserina, el LSD dejó de tener efecto», explica Katrin Preller, autora principal del estudio, en un comunicado.

Eso significa que el impacto del LSD en el cerebro puede ser manipulado para controlar sus efectos, lo que potencia el uso terapéutico de psicodélicos para tratar trastornos mentales como la depresión. Los pacientes que sufren de depresión experimentan mal humor y disminución de los niveles de serotonina.

Un trabajo anterior del mismo grupo de investigación en la Universidad de Zurich había demostrado que los psicodélicos como el LSD podrían impactar positivamente estos síntomas. El nuevo trabajo potencia y desarrolla este descubrimiento anterior.

Tratamiento para la psicosis

Por otro lado, los trastornos en la percepción sensorial y el pensamiento, desencadenados por el LSD, son similares a los cambios en la percepción y el pensamiento que aparecen en pacientes con trastornos psicóticos como la esquizofrenia.

«Los nuevos hallazgos también pueden tener un impacto inmediato en el tratamiento de los síntomas psicóticos, como ocurre en la esquizofrenia, por ejemplo», añade Franz Vollenweider, otro de los investigadores.

La mayoría de los pacientes con esquizofrenia son tratados con fármacos antipsicóticos, que bloquean algunos de los receptores de serotonina identificados por el nuevo estudio. Sin embargo, hay muchos pacientes que no responden a este tratamiento.

«Al buscar patrones similares de actividad cerebral identificados en el estudio, los médicos pueden identificar qué pacientes tienen más probabilidades de beneficiarse de estos medicamentos», concluye Katrin Preller.

Resolviendo lagunas

Esta investigación representa una contribución importante a la solución de las lagunas que existen en el conocimiento de la farmacología que puede desarrollarse con el LSD, señalan los investigadores en su artículo.

Su principal contribución es haber establecido que la conectividad dentro del circuito cortico-estriato-talamocortical se ve alterada cuando se suministra LSD a los pacientes. Este circuito está relacionado con la tristeza y la ansiedad, el pensamiento catastrófico y las obsesiones y su buen funcionamiento depende de determinados neurotransmisores.

Esta investigación ha determinado que el LSD desintegra este circuito cerebral y potencia los síntomas relacionados con el mal funcionamiento de los neurotransmisores, llevándolos a episodios de alucinaciones y otros trastornos de la consciencia asociados al psicodélico.

Como quiera que la manifestación de la psicosis, que se caracteriza por una alteración global de la personalidad similar a la que produce el LSD, depende también del mismo circuito cerebral, esta investigación aporta nuevas pistas para su tratamiento.

Otra aplicación médica posible de este descubrimiento tiene que ver con el tratamiento de la depresión, ya que al descubrir que se puede manipular el impacto del LSD en el cerebro, se abre la posibilidad de frenar los síntomas depresivos.

Fuente: tendencia21.net