Descifrado el «código secreto» que regula la memoria
Maneja los recuerdos transitorios, un proceso cognitivo crítico en la vida cotidiana
El cerebro extrae solo la información sensorial más relevante del entorno y luego resume esa información en un código relativamente simple. Así forma los recuerdos transitorios, conocidos como memoria de trabajo.
Se sabe que la memoria de trabajo es un proceso cognitivo crucial: permite que las personas retengan y manipulen información transitoriamente durante períodos cortos de tiempo, utilizándola en tareas cotidianas como recordar un número de teléfono, por ejemplo. Una nueva investigación, publicada recientemente en la revista Neuron, ha logrado descifrar el código que regula esos mecanismos cerebrales.
A pesar de su importancia, todavía sabemos muy poco sobre cómo el cerebro almacena los recuerdos transitorios que conforman la memoria de trabajo. Y aunque podemos predecir el contenido de la memoria de trabajo a partir de los patrones de actividad cerebral, los procesos que codifican exactamente estos patrones siguen siendo impenetrables.
El nuevo estudio, liderado por el científico Clayton Curtis de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, ha identificado que la memoria de trabajo, que actúa esencialmente como un puente entre la percepción y la acción, parece operar un paso más allá de la recopilación de información sensorial: extrae solo la información más importante del entorno y luego concentra esa información en un código relativamente sencillo, pero que hasta el momento no había sido revelado.
Un fenómeno emergente y simultáneo
De acuerdo a una nota de prensa, los investigadores se han preguntado durante décadas sobre la naturaleza de las representaciones neuronales que respaldan la memoria de trabajo. Según explica Curtis, en su investigación se emplearon técnicas experimentales y analíticas que hicieron posible revelar el formato de las representaciones de la memoria de trabajo en el cerebro.
Hasta el momento, algunas teorías indicaban que la memoria de trabajo se basa en «almacenes» especiales en el cerebro, separados de donde el cerebro maneja la información sensorial que entra por la vista o el olfato, por ejemplo. En cambio, según un artículo publicado en Live Science, otras visiones sugerían que no existen estos almacenes separados: por el contrario, la memoria de trabajo sería un fenómeno emergente y simultáneo, que solamente aparece cuando las representaciones sensoriales y motoras se mantienen mientras vinculamos el pasado con el futuro.
Para explorar estos aspectos, los científicos midieron la actividad cerebral de un conjunto de voluntarios, a través de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI), mientras los participantes realizaban tareas de memoria de trabajo visual. En cada prueba, los voluntarios debían recordar por algunos segundos un estímulo visual presentado brevemente, para luego emitir un juicio basado en la memoria.
Un patrón abstracto que maneja los recuerdos transitorios
Según los especialistas, los experimentos y análisis efectuados permiten concluir que distintos estímulos visuales, como por ejemplo puntos en movimiento o líneas cruzadas, se recodifican de manera flexible en el mismo formato de memoria de trabajo en las cortezas visual y parietal, e incluso se intercambian cuando esa representación es útil para el comportamiento guiado por la memoria.
En otras palabras, como la memoria de trabajo permite el almacenamiento de información para uso futuro, cerrando la brecha entre la percepción y el comportamiento, toma solamente para sí aquellos datos que pueden servirle para acciones futuras, de acuerdo a las experiencias previas codificadas por el cerebro de cada individuo. Para eso, descarta las diferencias visuales más “finas” o los detalles y se concentra en cambio en las formas básicas.
Al mismo tiempo, las características relevantes de los estímulos desde un punto de vista conductual se separan y recodifican en un formato mnemotécnico (relativo a la memoria) de carácter compartido, que según los neurocientíficos toma la forma de un patrón abstracto similar a una línea. Ese sencillo patrón sería el “código oculto” de la memoria de trabajo, la representación de su forma de actuar.
Fuente: Tendencias21