Tiene más de 2.500 años de antigüedad y ya la utilizaban los griegos, los romanos y los monjes medievales. Pero la serie Sherlock la volvió a poner de moda. Y con razón: ¡funciona!

Se llama Método de Loci, pero se la conoce popularmente como la técnica del Palacio Mental o Palacio de la Memoria. Es una regla mnemotécnica para memorizar cosas que Sherlock Holmes utiliza en la serie británica Sherlock, pero que también hemos visto en otras series como El Mentalista, e incluso con el mismísimo Hannibal Lecter en El Silencio de los Corderos.

El Método de Loci, que significa «de los lugares», lo popularizó Cicerón, que lo usaba para memorizar sus discursos ante el Senado Romano. Pero él lo aprendió de los griegos, donde ya era un método habitual en el año 500 antes de Cristo. Los monjes medievales lo utilizaban para aprenderse la Biblia de memoria, y es una técnica habitual usada por los campeones de los concursos de memorización.

Esta regla mnemotécnica para memorizar cosas la incluí en este reportaje que escribí hace tiempo, con trucos muy utiles para memoriar conceptos, fórmulas, e incluso números de más de 10 cifras:

El Método de Loci funciona, la prueba está en que lo han usado genios y sabios de los últimos 2.500 años. Pero ahora, tal como nos cuenta nuestra compañera Andrea Núñez-Torrón en TICbeat, un grupo de científicos encabezados por la profesora Isabella Wagner, neurocientífica cognitiva de la Universidad de Viena, han demostrado mediante experimentos con pacientes, que el método funciona.

El Método de Loci o del Palacio de la Memoria, o Palacio Mental, consiste en imaginar un lugar favorito que nos sea muy familiar: nuestra casa cuando éramos niños, el parque en donde paseamos, la habitación en donde jugamos a videojuegos o practicamos un hobby, etc.

Vamos recorriendo mentalmente ese lugar y en un sitio específico muy reconocible por nosotros, asociamos algo que queramos recordar a un objeto concreto. Por ejemplo, imaginemos que queremos memorizar la lista de la compra. Podemos imaginar nuestra casa y en la nevera de la cocina memorizamos la leche, en el cuadro del pasillo el detergente, en nuestro sillón favorito la comida del gato, y en el mando de la tele, el kilo de peras que queremos comprar.

Después en el supermercado mentalmente vamos recorriendo la casa y al llegar a cada uno de estos objetos recordaremos los artículos de la lista de la compra.

Es un método que funciona muy bien a corto plazo, pero incluso se pueden recordar cosas meses y años después. Eso sí, es necesario repasar el recorrido varias veces, y practicar para que el cerebro se acostumbre a esta forma de recordar.

Este grupo de neuroinvetigadores encabezados por la profesora Isabella Wagner entrenaron durante semanas a un grupo de 50 personas, incluyendo campeones de memorización, con el Método de Loci, con otros métodos de memoria, y sin ningún método, monitoreando su actividad cerebral.

Después se les pidió recordar las palabras aprendidas a los 20 minutos (memoria a corto plazo), a las 24 horas, y después de 4 meses.

Después de 20 minutos, las personas que fueron entrenadas con el Método de Loci recordaron una media de 62 palabras de la lista, mientras que aquellas que fueron entrenadas con el otro método recordaron 41 y las que no fueron entrenadas en absoluto recordaron 36. Al pasar 24 horas, las personas que fueron entrenadas con el Método de Loci recordaron alrededor de 56 palabras, frente a 30 y 21 en los grupos de control, respectivamente.

Cuatro meses después, las personas que fueron entrenadas con el Método de los Loci pudieron recordar alrededor de 50 palabras, frente a 30 y 27 en los grupos de control, respectivamente.

Un descubrimiento sorprendente de la monitorización de la actividad cerebral, es que aquellos que usaban el Método de Loci desarrollaban menos actividad cerebral, pese a memorizar más palabras.

Eso demuestra que la técnica del Palacio de la Memoria no solo es eficaz, sino que hace que el cerebro funcione de forma más eficiente.

Fuente: computerhoy.com