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Demostrado: estos microorganismos podrían tolerar la radiación UV en un exoplaneta

Un equipo internacional de científicos descubrió que ciertas bacterias y arqueas podrían sobrevivir a las condiciones más extremas de radiación ultravioleta (UV). Esta es la primera vez que se demuestra experimentalmente la supervivencia de microorganismos expuestos a este tipo de radiación. Los detalles se publicaron en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

El estudio marca un paso importante en el estudio de vida microoscopica en exoplanetas como Proxima b, el cual se teoriza que podría recibir altas cantidades de esta radiación por parte de Próxima Centauri, su estrella madre. Este objeto celeste se encuentra a 4.22 años luz de nosotros y es considerada la estrella más cercana a nuestro sistema solar.

Experimentando

En primer lugar, el equipo expuso a ciertos microorganismos a altas cantidades de radiación UV. Entre estos se encuentran la bacteria Pseudomonas aeruginosa, el cual es un patógeno oportunista que puede infectar pulmones y vías respiratorias en humanos, y una arquea halófila, las cuales son conocidas por vivir en ambientes hipersalinos y son tolerantes a la radiación UV. Luego, solo observaron la supervivencia de estas poblaciones de microrganismos que son bien distintos en cuanto a fisiología y taxonomía.

En específico, los investigadores, liderados por Ximena Abrevaya, testearon los efectos de la radiación UVC, la cual es similar a la que se producen en fulguraciones (o flares) de estrellas tipo M como Proxima Centauri, estrella madre de Próxima b.

“Estos eventos son particularmente relevantes en los estudios de habitabilidad debido a que las altas cantidades de radiación UV que llegan a la superficie del planeta podrían aniquilar potenciales formas de vida”, explica Abrevaya, quien es además investigadora adjunta del CONICET (Argentina).

Esta es la primera vez que se demuestra experimentalmente en condiciones de laboratorio que formas de vida terrestres, son capaces de sobrevivir a los efectos de este tipo de ambientes extremos. Según Abrevaya, los estudios teóricos hasta el momento habían subestimado la capacidad de estas formas de vida para tolerar este tipo de radiación.

Simulaciones computacionales

La parte experimental del estudio consideró el peor escenario posible: un planeta sin atmósfera. Sin embargo, otra parte del estudio utilizó simulaciones computacionales para estudiar cómo distintas composiciones de atmósfera pueden producir una especie de atenuación o apantallamiento de esta radiación.

Para esto, debemos tener en cuenta que algunos estudios previos postulan que lo más probables es que este tipo de planetas, que orbitan enanas rojas como Proxima Centauri, tengan una atmósfera rica en dióxido de carbono o una mezcla con nitrógeno. En ese sentido, es menos probable que estos planetas tengan atmósferas con ozono.

“El ozono ‘apantalla’ todo el UVC y parte del UVB, los biólogos usualmente dividimos a la radiación solar en distintos rangos, UVA, UVB y UVC, los últimos son los más dañinos para la vida tal como la conocemos”, explica Abrevaya, que también es directora del Núcleo Argentino de Investigación en Astrobiología.

Además, aclara que a partir de estas simulaciones observaron que es posible que haya apantallamiento con composiciones atmosféricas de dióxido de carbono puro o combinado con nitrógeno. En base a esto, el equipo hipotetiza que el apantallamiento puede variar en función de la composición de dióxido de carbono y la presión atmosférica: A mayor presión de CO2, mayor apantallamiento de UV.

El objetivo ahora es conocer qué porcentaje de estos microorganismos sobrevive a una fulguración de UV, en caso sean frecuentes. “Qué pasaría si se repiten estos eventos antes de que haya un restablecimiento de la población de microorganismos, por ejemplo; sobre eso estamos trabajando ahora con nuestro equipo interdisciplinario de trabajo formado por astrofísicos y biólogos”, adelanta Abrevaya.

Fuente: nmas1.org