Decir palabrotas te hace más fuerte
Los expertos de la Universidad de Keele (Reino Unido) realizaron una serie de experimentos con un grupo de personas que tuvo que repetir una palabrota o una palabra neutral mientras que hacían una prueba de resistencia encima de una bicicleta o en un simple pulso.
Cuando la gente maldecía en el desafío de la bicicleta -que duraba media hora-, su potencia máxima aumentó en 24 vatios de promedio, según el estudio. En la tarea del pulso -que duró 10 segundos-, las palabrotas aumentaron la fuerza de los que las profirieron en el equivalente de 2,1 kg, según los investigadores.
«En el corto período de tiempo que observamos hay beneficios de soltar palabrotas», afirmó Richard Stephens, psicólogo de la Universidad de Keele, quien presentó los resultados en la reunión de la Sociedad Británica de Psicología en Brighton.
Stephens contó con 29 personas de alrededor de 21 años de edad para la prueba de ciclismo, y a 52 personas con una edad media de 19 años para la prueba de agarre o pulso. A todos se les pidió que eligieran una palabrota para repetir en los experimentos, basándose en un término que podrían pronunciar a menudo. Para la palabra neutral, se pidió a los voluntarios que escogieran una palabra que pudieran usar para describir una tabla, como «madera» o «marrón».
«Les pedimos que repitieran la palabra a lo largo de cada prueba», dijo Stephens. «Nada de gritar y gritar. El trabajo se basa en la investigación previa de Stephens, que encontró evidencia de que las blasfemias aumentaban la tolerancia de las personas al dolor.
Estos hallazgos pueden no ser una sorpresa para aquellos que suelen soltar palabrotas para estimularse. Stephens recuerda a un amigo suyo, Mark Foulkes, quien en 2013 participó en un paseo en bicicleta de Reading a Barcelona para recaudar fondos para una unidad móvil de quimioterapia. «Las palabrotas eran una característica prominente de ellos», sentenció Stephens.
En el último estudio, lo curioso es que la frecuencia cardíaca de los participantes no subió más al decir tacos, un hallazgo que sugiere que las palabrotas no estaban provocando la llamada hacia una respuesta de lucha o huida. «Por qué las palabrotas tienen estos efectos sobre la fuerza y la tolerancia al dolor aún no se ha descubierto», concluye Stephens. «Creo que las personas instintivamente llegan a las palabrotas cuando se hacen daño y cuando están buscando un impulso adicional en el rendimiento.»
Fuente: tecnoxplora.com