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Crean ropa con algas capaz de realizar fotosíntesis

Este nuevo diseño no requiere tantas lavadas como las prendas convencionales

La ropa del futuro podría ser creada a partir de algas para contrarrestar los efectos negativos para el medio ambiente de la industria de la moda, propone un estudio de la Universidad de Rochester, Estados Unidos, y la Universidad Técnica de Delft de los Países Bajos.

Por primera vez, científicos de ambas casas de estudio utilizaron impresoras 3D y una nueva técnica de bioimpresión para imprimir algas en un material capaz de realizar fotosíntesis, que puede utilizarse en los sectores médico, energético y de la moda.

Los investigadores, por ejemplo, imprimieron una pequeña playera para demostrar las aplicaciones de su novedoso material, que podría purificar el aire porque remueve dióxido de carbono (CO2) a través de la fotosíntesis que lleva a cabo.

Además, no requiere tantas lavadas como las prendas convencionales, así que reduciría el uso de agua. También es biodegrable, destaca la Universidad de Rochester en un comunicado.

La fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas verdes, las algas y algunas bacterias capturan la luz solar como fuente de energía para transformar la materia inorgánica del medio ambiente en materia orgánica para su desarrollo, apunta la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

“Las plantas utilizan los recursos del medio ambiente, como son el agua, la luz del Sol, el aire y los metales que están en el suelo, y con estos producen su propio alimento”, detalla.

Los materiales vivos, categoría a la que pertenece el nuevo material, se han popularizado en años recientes a medida que científicos reconocen que los componentes más robustos son los que imitan a la naturaleza.

¿Cómo se creó el material fotosintético?

Los investigadores utilizaron celulosa bacteriana, un componente orgánico que es producido por bacterias, porque es flexible, duro, fuerte y es capaz de conservar su forma aún después de ser retorcido o aplastado.

La celulosa bacteriana (un elemento no vivo) es utilizada como el papel en una impresora, mientras que las microalgas actúan como la tinta. La combinación de ambos resulta en un material que mantiene la habilidad de fotosíntesis de las algas y la robustez de la celulosa bacteriana.

El material fotosintético es duro, resistente y biodegradable. Al ser capaz de realizar fotosíntesis, puede alimentarse a sí mismo durante semanas e incluso puede ser regenerado, destaca la investigación publicada en la revista científica “Advanced Functional Materials”.

“Nuestros materiales vivos son emocionantes porque pueden sostenerse a ellos mismos durante periodos de semanas y puede ser multiplicados en el sitio, así que tienen el potencial de ser verdaderamente durables”, afirmó Anne S. Meyer, líder del laboratorio que desarrolló el material.

Fuente: sipse.com