Aseguran pudo haber evitado la tragedia de White Island
El nuevo sistema, desarrollado por un equipo de la Universidad de Auckland, utiliza sofisticados algoritmos e inteligencia artificial para «aprender» los patrones generados por los datos y predecir las futuras erupciones.
«El aprendizaje de las máquinas implica que estas aprendan de su ‘experiencia’, por lo que constantemente mejoran su precisión», señala el investigador Andreas Kempa-Liehr, en un comunicado divulgado este lunes por la Universidad de Auckland, que centró sus observaciones en el volcán Whakkari, que se asienta en White Island.
El equipo de científicos ha refinado el umbral a partir del cual se dispara una alerta, que en la actualidad es de un 8.5 % de probabilidad para que una erupción sea inminente.
«Este sistema detecta los tipos de erupción que tienen más probabilidades de ser mortales», subrayó el profesor Shane Cronin, quien trabajó en este proyecto con Kempa-Liehr y David Dempsey.
Los científicos consideran que, de haber tenido un sistema de alerta temprana como el que han desarrollado, Nueva Zelanda podría haber evitado la tragedia provocada por el Whakaari, que entró en erupción el 9 de diciembre de 2019 cuando se encontraba en un estado de alerta 2 (leve actividad volcánica) en una escala sobre 5.
La erupción sorprendió a centenares de turistas en la isla, donde 20 personas perecieron.
De acuerdo con los científicos de la Universidad de Auckland, la erupción fue precedida de una fuerte explosión de energía sísmica unas 17 horas antes de ser detectada con los actuales sistemas de alerta.
«Creemos que se trató de una señal de que el fluido magmático fresco se estaba elevando y ejerciendo presión en el agua atrapada en las rocas superficiales y depósitos sueltos que llenaban los respiraderos», comentó Demsey.
El investigador neozelandés explicó que la explosión sísmica que precedió a la erupción «es el indicador más común» ante una inminente explosión, y que esta señal de advertencia «pudo haber sido detectada casi instantáneamente por el sistema de predicción que estamos desarrollando», lo que habría permitido avisar a las autoridades y evitar la tragedia.
Nueva Zelanda, que tiene una intensa actividad sísmica y volcánica por encontrarse asentada en el extremo suroriental del Anillo de Fuego del Pacífico, no tiene un sistema avanzado de alerta en tiempo real de erupciones y se apoya en un sistema de información que no se actualiza con frecuencia.
Fuente: EFE