Confirmado: los humanos modernos abandonaron África mucho antes de lo que se pensaba
Un estudio basado en el análisis genético de varios linajes neandertales concluye que los primeros humanos empezaron a salir del continente africano hace 250.000 años
La historia del origen de la humanidad no deja de actualizarse a pasos agigantados. Existe consenso científico sobre que los humanos modernos surgieron el África, aunque cuándo sucedió exactamente es algo que todavía no se sabe con certeza.
Hasta hace menos de una década, se daba por hecho que los primeros humanos habían aparecido en el cuerno de África, concretamente en los alrededores del río Omo, en el sur de Etiopía, donde el 1967 el famoso paleontólogo Richard Leaky encontró restos de dos individuos en la formación rocosa de Kibish, cuyos recientes análisis genéticos han datado de hace entre 350.000 y 250.000 años.
Sin embargo, en 2017 un equipo de paleontólogos del Instituto Max Plank de Antropología Evolutiva de Leipzig informó del hallazgo de un registro fósil en el yacimiento de Jebel Irhoud, en Marruecos, datados de hace 300.000 años, dando a entender que el origen exacto de la humanidad era, cuanto menos, una cuestión difusa.
Otro de los grandes misterios ha sido datar el momento en el que nuestros ancestros decidieron abandonar el continente africano. Hasta hace pocas décadas se daba por hecho que una pequeña población de humanos modernos migraron de África hace unos 50.000 años. Pero hace años se demostró que la realidad no era tan sencilla como parece.
En 2019, la paleoantropóloga de la Universidad de Tubinga Katerine Harvati documentó que los restos de un cráneo de Homo sapiens hallado en Grecia databan de hace unos 210.00 años, mientras que en 2021 un equipo se descubrieron fósiles de unos homininos datados de entre 100.000 y 130.000 años que han sido clasificados como humanos modernos.
¿Podría ser que en lugar de una, hubiera habido varias oleadas a lo largo de la historia? La pieza del puzle que quedaba por encajar la darían nuestros parientes más cercanos.
Tras la pista de los neandertales
En 2010, el genetista sueco Svante Paabo y su equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania) publicó el primer borrador del genoma de un ejemplar de neandertal reconstruido a partir de fósiles de 40.000 años de antigüedad encontrados en la actual Croacia.
La secuenciación desveló importantes pistas. Por ejemplo, descubrieron que los europeos somos portadores de ADN neandertal, lo que dejaba claro que hubo un contacto estrecho entre ambas especies, algo que se demostró más adelante en un estudio científico que determinó que, efectivamente, se mezclaron hace entre 50.00 y 60.000 años.
La sorpresa no acaba aquí. Los investigadores descubrieron otro dato sorprendente. El cromosoma Y neandertal parecía no encajar en la secuenciación genética de nuestros parientes más cercanos. Era más parecido al de los humanos modernos que al resto de su estirpe.
Esto solo podía tener una explicación: los neandertales habían heredado este cromosoma de un linaje humano muy anterior, hace entre 370.000 y 100.000 años, algo que solo cobra sentido si existía una oleada de Homo sapiens que abandonó el continente africano ya por aquellas fechas.
Eso es precisamente lo que acaba de descubrir un equipo de genetistas de la Universidad de Princeton. Ayudados por algoritmos de inteligencia artificial, han documentado una historia de mestizaje e intercambio genético que sugiere una conexión mucho más cercana y antigua entre estos primeros grupos humanos de lo que se creía.
«Es la primera vez que los genetistas identifican múltiples oleadas de poblaciones de humanos modernos que se mezclaron con los neandertales», afirma Liming Li, profesor del Departamento de Genética Médica y Biología del Desarrollo de la Universidad del Sudeste de Nanjing (China), autor asociado de la investigación, publicada recientemente e la revista Science.
«Es la primera vez que los genetistas identifican múltiples oleadas de humanos modernos que se mezclaron con los neandertales»
Secuenciación genómica con ayuda de la inteligencia artificial
Los investigadores usaron genomas de 2.000 humanos vivos, así como de tres neandertales y un ejemplar denisovano, una especie del género Homo descubierta en 2010 en las cuevas de Denisova, en Siberia. Luego trazaron un mapa genético de los grupos de homínidos a lo largo del último cuarto de millón de años.
Pero no lo hicieron a la antigua usanza, comparando directamente las secuencias genéticas, sino que se valieron de una herramienta genética llamada IBDmix, que emplea técnicas de aprendizaje automático basado en IA para descodificar el genoma.
Y ahí vino la primera sorpresa: descubrieron que incluso aquellos grupos de referencia de Homo sapiens procedentes de regiones muy alejadas de las de los neandertales contaban con trazas de ADN neandertal, probablemente transportadas hacia el sur por estirpes viajeras, o por sus descendientes.
Los análisis combinados de la secuenciación genómica y la inteligencia artificial desvelaron otro dato sorprendente. No hubo una, sino varias oleadas de humanos modernos que abandonaron el continente africano. La primera de ellas salió de África hace entre 200.000 y 250.000 años, seguida de otra hace entre 100.000 y 120.000 años, y la última, probablemente la mayor de todas, hace entre 50.000 y 60.000 años.
«Nuestros modelos demuestran que poco después de que surgieran los humanos modernos, hemos estado migrando de África y regresando al continente- explica Joshua Akey, profesor del Instituto Lewis-Sigler de Genómica Alternativa de la Universidad de Princeton, en un comunicado del centro de investigación-. Esta historia tiene que ver con la dispersión, con que los humanos modernos han estado desplazándose y encontrándose con neandertales y denisovanos mucho más de lo que habíamos reconocido hasta ahora».
«La asimilación de los neandertales y los humanos modernos a medida que se extendían por Eurasia habría aumentado de forma efectiva el tamaño de las poblaciones humanas modernas al tiempo que disminuyeron las de los neandertales», escribe el equipo científico, que concluye que el tamaño efecto de la población de los neandertales era probablemente menor de lo que se había estimado anteriormente, lo que seguramente tuvo algo que ver con su desaparición.
Fuente: nationalgeographic.com.es