A través de manipulaciones visuales y táctiles, los científicos han logrado inducir la sensación de propiedad de un cuerpo ajeno

La ilusión de transferencia del cuerpo es un fenómeno intrigante que ha sido objeto de estudio en la literatura de investigación. Esta ilusión se refiere a la sensación de poseer una parte o incluso un cuerpo completo que no pertenece al individuo en cuestión.

También se conoce como «propiedad del cuerpo» y se puede inducir experimentalmente mediante la manipulación de la perspectiva visual y la provisión de señales visuales y sensoriales que se correlacionan con el cuerpo externo.

Uno de los estudios pioneros sobre este tema es conocido como la «ilusión de la mano de goma», realizado por Ehrsson, Spence y Passingham en 2004. En este experimento, se ocultaba la mano izquierda de los participantes y se les mostraba una mano de goma realista en su lugar.

Los investigadores acariciaban sincrónicamente la mano oculta y la mano de goma con un pincel. Sorprendentemente, los participantes comenzaron a experimentar la mano de goma como si fuera la suya propia, llegando incluso a señalarla como su mano real.

Los investigadores utilizaron resonancias magnéticas funcionales para estudiar la actividad cerebral durante este experimento. Observaron una mayor actividad en el lóbulo parietal, una región involucrada en el procesamiento visual y táctil, seguida de una activación en la corteza premotora, responsable de la planificación de movimientos.

Esta conexión entre la corteza parietal y la premotora llevó a la conclusión de que la sensación de propiedad de la mano de goma estaba relacionada con la información transmitida entre estas áreas cerebrales.

Estudios posteriores confirmaron y ampliaron estos hallazgos. Por ejemplo, se demostró que amenazar la mano de goma con una aguja, sin llegar a hacer contacto, activaba regiones cerebrales asociadas con la anticipación del dolor y la necesidad de movimiento.

Además, se ha explorado la ilusión de transferencia del cuerpo utilizando la realidad virtual, donde una representación virtual del cuerpo puede sustituir temporalmente la percepción del propio cuerpo.

Las aplicaciones de esta ilusión son diversas. Se ha utilizado para tratar el dolor del miembro fantasma, proporcionando retroalimentación visual de la extremidad faltante a través de la llamada «caja del espejo» o mediante el uso de realidad virtual. Estos enfoques permiten a los individuos «ver» y manipular virtualmente la extremidad faltante, aliviando así el dolor y la incomodidad asociados.

La base neural de la ilusión de transferencia del cuerpo implica la integración de la estimulación táctil y visual a través del sistema somatosensorial. La información aferente y eferente se combina para crear una percepción coherente de la transferencia del cuerpo. Además, se ha observado que ciertas drogas, como la ketamina, pueden aumentar la experiencia de esta ilusión, lo que sugiere un papel de los neurotransmisores en su manifestación.

Aunque se han realizado avances significativos en la comprensión de la ilusión de transferencia del cuerpo, aún existen interrogantes y debates en la comunidad científica. Algunos investigadores han planteado dudas sobre si estos efectos son realmente ilusiones o si pueden ser explicados por sugerencia y expectativas de los participantes.

Fuente: debate.com.mx