¿Cómo se puede matar a los indestructibles tardígrados?
Los tardígrados, también conocidos como «osos de agua», son famosos por su increíble resistencia a condiciones extremas, pero tienen un punto débil
Pueden sobrevivir en el vacío del espacio, a presiones abismales, a la deshidratación prolongada e incluso a dosis letales de radiación. Sin embargo, un estudio publicado en Scientific Reports revela que los tardígrados, unos animales microscópicos de 0,1 a 1,5 mm, con forma cilíndrica, ocho patas con garras y un cuerpo segmentado que parece un oso en miniatura, son más vulnerables de lo que se pensaba.
Aunque los tardígrados pueden soportar temperaturas cercanas al cero absoluto (-273 °C), su tolerancia al calor es sorprendentemente baja. Según la investigación citada, especies como Ramazzottius varieornatus —un tardígrado especialmente resistente— muestran una disminución significativa en su supervivencia cuando se exponen a temperaturas sostenidas por encima de los 37 °C.
A altas temperaturas, las proteínas esenciales para su metabolismo se desnaturalizan, perdiendo su estructura y función. A diferencia de la radiación o la deshidratación, para las cuales han desarrollado mecanismos de protección (como proteínas de choque térmico y azúcares protectores), el calor sostenido supera sus defensas.
Los tardígrados sobreviven a condiciones extremas entrando en un estado de suspensión animada llamado «tun», donde expulsan casi toda el agua de su cuerpo. Sin embargo, este mecanismo no es igual de efectivo contra el calor, ya que la temperatura acelera procesos químicos destructivos incluso en estado seco. El calor incrementa la producción de radicales libres, que dañan células y ADN. Aunque los tardígrados tienen enzimas antioxidantes, su capacidad para neutralizar estos compuestos tiene un límite térmico.
Implicaciones para la astrobiología y la ciencia
Este hallazgo es crucial para entender los límites de la vida en contextos extremos, como en exoplanetas cercanos a estrellas o en misiones espaciales. Si bien los tardígrados son un modelo de resiliencia, su vulnerabilidad al calor sugiere que la vida compleja (incluso en formas microscópicas) podría tener dificultades para prosperar en ambientes cálidos sin mecanismos de regulación térmica.
Los tardígrados siguen siendo uno de los organismos más resistentes del planeta, pero su sensibilidad al calor demuestra que la «indestructibilidad» tiene matices. Como revela la ciencia, incluso los seres más adaptables tienen puntos débiles, y en este caso, un termómetro alto es suficiente para desafiar su legendaria supervivencia.
Fuente: quo.eldiario.es