Una de las grandes incógnitas de la biología evolutiva ha sido entender por qué algunos animales sobrevivieron a fenómenos de extinción masiva. Un reciente estudio propone una respuesta, pero algunos científicos la ven con dudas

El fenómeno de extinción masiva que más recordamos en la actualidad es el impacto del meteorito que hace 66 millones años acabó con la vida de casi todas las especies de dinosaurios, a excepción de las aves. Lo que ocurrió, a pesar de que las películas han intentado retratarlo desde la ficción, solo se conoce por medio de fósiles.

Sin embargo, este no es el único evento de extinción masiva que ha ocurrido en los millones de años de que tienen el planeta, ni es el único que tiene con dudas a la biología evolutiva.

Después del meteorito, la vida en el planeta permaneció y los mamíferos, que ya existían en la época de los dinosaurios, ocuparon el lugar de estos y se aprovecharon de su ausencia para incrementar sus poblaciones y establecerse en nuevos hábitats.

Si bien la ciencia ha recuperado fósiles y ha hecho estudios tan avanzados como para lograr establecer el árbol genealógico de muchas especies, aún no se ha dado respuesta a una de las grandes preguntas de la evolución: ¿por qué, mientras los dinosaurios se extinguían, otros animales lograron sobrevivir?

Una investigación liderada por científicos de la Universidad de Basel, en Suiza, planteó una hipótesis que está siendo revisada por pares y que propone una respuesta a esa duda. Basándose en el comportamiento de algunos animales en la actualidad, como peces, crearon un modelo a computador que les permitiera estimar los comportamientos de especies extintas que hacen parte de su misma línea evolutiva.

Utilizando este modelo, plantean que algunos animales que hoy son de hábitos diurnos, en algún momento de su evolución, tuvieron hábitos nocturnos. Durante los eventos de extinción masiva, por las altas temperaturas y las condiciones extremas que se generaban durante el día, los animales de hábitos diurnos estaban más expuestos a desaparecer. Ese sería el caso de los dinosaurios.

Pero, aquellos que tenían hábitos nocturnos, al estar expuestos a temperaturas más bajas y condiciones menos hostiles durante la noche, habrían garantizado su supervivencia gracias a esto.

Con el paso del tiempo, estos que sobrevivieron ocuparon los hábitats y los recursos de los que disponían los que se extinguieron, evolucionando para ser animales diurnos.

Aunque se trata de una hipótesis que no había sido planteada antes, científicos consultados por la revista Science prefieren mantener la prudencia y someter la investigación a una revisión juiciosa para respaldarla, pues se trataría de un gran avance para la biología evolutiva que no se puede tomar a la ligera.

Fuente: elespectador.com