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El clorometano interestelar decepciona a los astrobiólogos

El observatorio ALMA, en Chile, ha detectado por primera vez en el espacio un compuesto organohalogenado: el clorometano o freón 40, localizado a unos 400 años luz alrededor del joven sistema estelar IRAS 16293-2422.

Por su parte, la sonda Rosetta también ha registrado esta molécula orgánica en la fina atmósfera que rodea al cometa 67P/C-G, dentro de nuestro sistema solar. Los detalles se publican esta semana en la revista Nature Astronomy.

Estos compuestos se generan en la Tierra por procesos biológicos en organismos tan diversos como los hongos y el ser humano, pero el nuevo descubrimiento sugiere que pueden no ser unos buenos marcadores de la vida, como se había especulado hasta ahora, ya que aparecen en lugares anteriores al inicio de esta.

El hallazgo indica que los astrobiólogos podrían haber seguido un camino equivocado. En lugar de indicar la presencia de vida, los organohalógenos pueden ser un componente de la desconocida química del origen de la vida, quizá de la llamada ‘sopa primordial’ en la joven Tierra o en otros incipientes exoplanetas rocosos.

“Simplemente, no predijimos la formación de este compuesto y nos sorprendió encontrarlo en determinadas concentraciones”, señala Edith Fayolle, investigadora del centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica (EE UU) y coautora del trabajo, quien subraya: “Ahora está claro que estas moléculas se forman fácilmente en los viveros estelares y proporcionan información sobre la evolución química de los sistemas planetarios, incluso el nuestro propio”.

Fuente: SINC