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Científicos investigan extraño rayo que salió hacia el espacio y no al suelo

Científicos investigan extraño rayo que salió hacia el espacio y no al suelo

El raro fenómeno, en términos coloquiales, se aprecia como si las nubes ‘dispararan’ para arriba

Las descargas eléctricas que conocemos como rayos comúnmente caen en la Tierra. Se clasifican de acuerdo con su potencia: duendecillo (breves pulsos de luz), chorros azules (conos difusos de luz que llegan hasta los 40 kilómetros de altitud) y los chorros gigantes (los que llegan hasta la ionosfera -entre 80 y 500 kilómetros de altitud-).

Pero rara vez estos últimos apuntan hacia arriba, como si fuera un ‘disparo de luz’ al espacio. Tal fenómeno se registró el 14 de mayo de 2018 en Oklahoma, Estados Unidos, y fue fotografiado por un científico desde un avión.

“Kevin Palivec (el fotógrafo) tiene una cámara de poca luz en el centro de Texas que a veces usa al azar y capturó esto hace un par de años. Me lo contaron y decidí investigar un poco”, dijo Levi Boggs, integrante del Instituto de Investigación Tecnológica de Georgia, al diario ‘The Washington Post’.

Él reunió a un equipo de estudiosos, quienes se dieron a la tarea de indagar a qué se debió y publicaron sus conclusiones en este 2022 bajo un artículo de la revista especializada ‘Science Advances’.

¿Por qué se originó el rayo invertido?

“El sistema de tormenta padre que produjo el chorro gigante era inusual en comparación con la mayoría de los sistemas productores de chorro gigantes, ya que se desarrolló durante la primavera del hemisferio norte, no estaba asociado con un ambiente tropical y estaba ubicado a una altura relativamente alta”, describieron los expertos en su texto.

Recolectaron una serie de datos ópticos y de radio en tercera dimensión hasta encontrar la razón de ser del rayo invertido o también llamado negativo que tuvo un alcance tres veces el máximo de los rayos normales.

“Este chorro gigantesco ocurrió a más de 50 kilómetros de convección profunda e incluso más lejos de la convección vigorosa asociada con las cimas de nubes más frías”, señalaron.

De esta manera concluyeron que la descarga eléctrica puede “explicarse por la actividad de destello asociada a la nube y a la estructura de carga de la tormenta”.

Es decir: como no había un contraste de carga entre la nube y la superficie terrestre, se creó una potencia negativa en la nube que solo puede aliviarse con rayos invertidos, según la reseña hecha por el diario citado.

La nube cargada propició que se originaran dentro de ella las condiciones necesarias para los chorros gigantes. De hecho, no hubo rayos que cayeran, valga la redundancia, hacia abajo.

Eso sí, no lograron entender por qué el rayo se vio en el firmamento en la mitad del océano y tampoco establecieron la frecuencia con la que podría ocurrir en un futuro.

“Es realmente difícil coordinarse con los instrumentos en órbita, por lo que tenemos unas donaciones que llegarán pronto. Eso básicamente se usará para buscar estos chorros gigantes en grandes cantidades. Con suerte, podremos detectar estas cosas en un hemisferio las 24 horas del día”, comentó Boggs, el líder de la investigación.

Así que otro ‘disparo’ de una nube hacia el espacio volverá a ser muy extraño y, por lo pronto, necesitará de más estudios para saber si lo que captó una foto en Oklahoma se repite en iguales condiciones.

Fuente: eltiempo.com

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