Las muestras pertenecen a un estudio sobre el cáncer de pulmón de octubre de 2019
La covid-19 pudo estar en Italia antes de que se desatase la pandemia. Investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Milán han detectado la presencia de anticuerpos asociados con la covid-19 al revisar algunas muestras de sangre extraídas antes de la pandemia, tal y como han publicado un artículo.
Los científicos italianos habían examinado a cerca de mil voluntarios, 959 personas, en busca de cáncer de pulmón antes de la pandemia. En octubre de 2019 les extrajeron muestras de sangre, antes de que supiéramos de la existencia del virus. El año pasado volvieron a analizar esas mismas muestras en busca de anticuerpos relacionados con el coronavirus. Y los encontraron en algunas de ellas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió revisarlas y esas muestras fueron analizadas nuevamente por el laboratorio VisMederi en Siena, Italia, y en una instalación de la Universidad Erasmus en los Países Bajos, afiliada a la OMS.
Una versión de la covid-19 circuló en Italia antes de la pandemia
Los dos laboratorios encontraron que tres muestras de las nuevas pruebas tenían lecturas positivas para el anticuerpo IgM ligado a COVID-19, según el Financial Times (FT). La primera fue recolectada el 10 de octubre de 2019. Otra muestra recolectada el 5 de febrero de 2020 también fue positiva para los llamados anticuerpos neutralizantes.
Los cuatro voluntarios eran asintomáticos. “Los resultados de esta nueva prueba sugieren que es una señal plausible de la circulación temprana del virus en Italia”, dijo al FT Giovanni Apolone, uno de los investigadores.
“Si esto se confirma, esto explicaría la explosión de casos sintomáticos observados en Italia. El SARS-CoV-2, o una versión anterior, circuló silenciosamente, bajo la superficie”, asegura.
Sin embargo, investigadores del laboratorio con sede en los Países Bajos dijeron que ninguna de las muestras contenía “niveles suficientemente altos de cada uno de los tres tipos de anticuerpos”: IgM, anticuerpos neutralizantes y un tercer anticuerpo conocido como IgG, que Erasmus requiere para ser considerado una prueba de infección.
El virus pudo haber sido “menos agresivo o contagioso” en el período prepandémico, aseguran los investigadores y añaden que esto hacía “necesario el uso de pruebas altamente sensibles a pesar del riesgo de encontrar casos de ‘falsos positivos'”.
Fuente: niusdiario.es