Un hallazgo de la ciencia sobre la salud en personas centenarias podría resultar clave para vivir más tiempo
La esperanza de vida de los humanos en nuestro planeta se duplicó en más de un siglo y cada vez más personas alcanzan o superan los 100 años de vida. Pero la gran duda que desvela a la ciencia es qué hace que una persona sea centenaria y otra no. Y parte del misterio parece resuelto.
La esperanza de vida global aumentó de 31 años en 1900 a 73,2 años en 2023, y se espera que aumente aún más a 77,1 años en 2050, señalan los expertos en un estudio publicado en la revista Lancet eBioMedicine.
A la vez, investigadores estiman que había unos 450.000 centenarios en todo el mundo en 2015, y se prevé que ese número aumente a 3,7 millones hacia 2050.
Investigación científica: cómo vivir 100 años
Dirigido por investigadores del Centro Médico Tufts y la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, un nuevo estudio ayuda a responder la pregunta del millón.
Y justamente descubrieron que los centenarios poseen una composición y actividad de células inmunitarias únicas, lo que les otorga un sistema inmunitario altamente funcional y les permite vivir más tiempo.
Los científicos creen que estos hallazgos podrían usarse para desarrollar terapias para el envejecimiento saludable.
Qué le sucede al sistema inmunológico cuando envejecemos
A medida que envejecemos, las partes del cuerpo experimentan cambios, incluido el sistema inmunitario.
Según el médico Scott Kaiser, geriatra y director de Salud Cognitiva Geriátrica del Instituto de Neurociencia del Pacífico en Santa Mónica, California, existen dos conceptos principales cuando se trata de cómo cambia el sistema inmunitario a medida que envejecemos.
“Uno es la inmunosenescencia y ese es el proceso de disfunción inmune relacionado con la edad”, explica a Medical News Today.
Y desarrolla: “Entonces, los cambios en la composición y función de nuestro sistema inmunológico a lo largo del tiempo pueden conducir a una función inmunológica deficiente en las personas mayores. Y eso está estrechamente relacionado con la vulnerabilidad de las personas a infecciones, enfermedades autoinmunes e incluso varios tipos de cáncer”.
“Luego aparecen los aumentos de inflamación relacionados con la edad debido a los altos niveles de marcadores proinflamatorios en la sangre y diferentes tejidos del cuerpo. Ese es un fuerte factor de riesgo para todo tipo de enfermedades, incluidos los procesos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer”, desarrolla Kaiser.
Examen a una «inmunidad de élite»
Tanya Karagiannis, bioinformática del Centro de Métodos Cuantitativos y Ciencia de Datos del Instituto de Investigación Clínica y Estudios de Políticas de Salud del Centro Médico Tufts, decidió junto a su equipo estudiar el sistema inmunitario de centenarios..
“Muchos centenarios experimentan retrasos en la aparición de enfermedades relacionadas con el envejecimiento y esto sugiere la presencia de una inmunidad de élite que continúa siendo altamente funcional incluso en la vejez extrema”, declaró al portal de salud.
En detalle, para el trabajo realizaron la secuenciación de una sola célula en una categoría de células inmunitarias llamadas mononucleares de sangre periférica (PBMC) a partir de muestras de sangre tomadas de siete centenarios inscritos en el Estudio Centenario de Nueva Inglaterra, amplía Medical News Today.
«Observamos las diferencias en la presencia de tipos específicos de células inmunitarias en edades más jóvenes y en la vejez extrema y encontramos cambios específicos”, destacó Karagiannis.
Células únicas en centenarios
Después del análisis, los investigadores confirmaron los cambios de composición únicos específicos del tipo de célula que solo se encuentran en personas centenarias que reflejan una respuesta inmune normal.
Además detectaron que las personas de 100 años o más tenían «firmas de tipos de células específicas para una longevidad excepcional» tanto en genes con cambios relacionados con la edad como en genes expresados únicamente en personas de su edad.
“Nos sorprendió identificar genes que eran específicos del envejecimiento en los que los niveles de expresión cambiaban con la edad, pero no con una longevidad extrema en varias poblaciones celulares”, sentenció Karagiannis.
Los hallazgos abre una enorme puerta para explorar los posibles impulsores de la vejez extrema que podrían conducir al descubrimiento de terapias de envejecimiento saludable.
Fuente: clarin.com