Icono del sitio INVDES

Científicos de Japón convierten un hallazgo Nobel en tratamientos aplicables

Japón se posiciona como líder mundial en medicina regenerativa, impulsando un ecosistema robusto que integra investigación avanzada, inversión estratégica y un marco regulatorio innovador. Desde el descubrimiento de las células madre pluripotentes inducidas (iPS) por parte de Shinya Yamanaka, ganador del Nobel en 2006, el país canalizó sus esfuerzos para traducir este hallazgo en aplicaciones clínicas concretas.

Igualmente, el gobierno japonés destinó más de 110 mil millones de yenes en una década para fomentar la investigación en medicina regenerativa. También se respaldaron proyectos que abarcan desde estudios básicos hasta ensayos clínicos y desarrollo de productos. Esta inversión fue fundamental para establecer centros de excelencia, como el Centro para la Investigación y Aplicación de Células iPS (CiRA) en la Universidad de Kyoto.

En 2014, Japón implementó un sistema de aprobación condicional y limitada en el tiempo para productos médicos regenerativos. Este marco permite la comercialización temprana de terapias que demuestran seguridad y una eficacia probable, con la condición de que se continúe recopilando datos post-comercialización para confirmar su efectividad. Este enfoque facilitó el acceso de los pacientes a tratamientos innovadores, manteniendo estándares rigurosos de seguridad.

La colaboración entre instituciones académicas y empresas privadas fue clave en este avance. Sumitomo Pharma, por ejemplo, trabajó conjuntamente con CiRA para desarrollar terapias basadas en células iPS para enfermedades como el Parkinson, produciendo células progenitoras dopaminérgicas derivadas de iPS para ensayos clínicos tanto en Japón como en Estados Unidos.

Además, se establecieron infraestructuras dedicadas a la producción y distribución de células iPS de alta calidad. El Proyecto de Stock de Células iPS, gestionado por la Fundación CiRA, mantiene un banco de células iPS derivadas de donantes sanos con antígenos leucocitarios humanos (HLA) compatibles. De esta forma, se logra facilitar la disponibilidad para tratamientos clínicos y se reduce el riesgo de rechazo inmunológico.

De igual importancia, la proyección del mercado global de la medicina regenerativa también respalda esta estrategia. Se estima que este mercado alcanzará los 38 billones de yenes (aproximadamente 345 mil millones de dólares) para 2050, lo cual representa una oportunidad significativa para Japón en términos de liderazgo económico y científico en el sector biomédico.

Con una combinación de inversión sostenida, políticas regulatorias adaptativas y una sólida colaboración entre sectores, Japón continúa consolidando su posición en la vanguardia de la medicina regenerativa. También ofrece nuevas esperanzas para el tratamiento de enfermedades previamente consideradas incurables.

Fuente: notipress.mx

Salir de la versión móvil