Una reciente investigación reveló que los seres humanos pueden configurar sus rostros de miles de formas para transmitir emociones, pero solo 35 expresiones son válidas para transmitir estas sensaciones en todas las culturas. Además, la cantidad de formas en que nuestros rostros pueden expresar cada emoción varía.
Así, mientras el asco y repugnancia, por ejemplo, solo necesitan una expresión facial para que se entienda en todo el mundo, la felicidad dispone de 17, lo que demuestra las muchas formas variadas de alegría, deleite y satisfacción, según los autores del estudio de la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos).
“Fue un placer descubrirlo -admitió Aleix Martínez, científico cognitivo, profesor de ingeniería eléctrica e informática y coautor del estudio- porque habla de la compleja naturaleza de la felicidad”.
El estudio encontró que las diferencias en cómo nuestros rostros transmiten felicidad pueden ser tan simples como el tamaño de nuestras sonrisas o las arrugas cerca de nuestros ojos. Asimismo, descubrió que las personas usan tres expresiones para expresar miedo, cuatro para expresar sorpresa y cinco para expresar tristeza y enojo.
“La felicidad actúa como un pegamento social y necesita la complejidad de las diferentes expresiones faciales; el disgusto es solo eso: disgusto”, explica Martínez.
Los hallazgos de esta investigación, publicada en la revista IEEE Transactions on Afective Computing, se basan en el trabajo previo de Martínez sobre las expresiones faciales, que descubrió que las personas pueden identificar correctamente las emociones de otras personas aproximadamente el 75 por ciento de las veces basándose únicamente en los cambios sutiles en la forma en que el flujo de sangre colorea la nariz, las cejas, las mejillas o la barbilla de una persona.
En este estudio, Martínez y su coautor Ramprakash Srinivasan, un estudiante de doctorado en el laboratorio de Martínez, reunieron una lista de palabras que describen los sentimientos: 821 palabras en inglés, concretamente.
Luego usaron esas palabras para buscar en Internet para obtener imágenes de las caras de las personas.
Los traductores profesionales tradujeron esas palabras al español, chino mandarín, farsi y ruso. Para evitar sesgos, utilizaron cada palabra para descargar un número igual de imágenes.
Conectaron las palabras a los buscadores populares en 31 países de América del Norte, América del Sur, Europa, Asia y Australia, y terminaron con aproximadamente 7.2 millones de imágenes de expresiones faciales en una variedad de culturas.
El estudio no incluyó países del continente africano u otras partes remotas del mundo debido al número limitado de imágenes disponibles de esas áreas.
Los psicólogos han debatido cómo clasificar las emociones humanas durante siglos. Un antiguo texto chino, que data del año 213 a. de C., y luego se modificó a lo largo de los años, describía siete “sentimientos de hombres” como alegría, enojo, tristeza, miedo, amor, desagrado y agrado.
Martínez, cuyos intereses de investigación se entrecruzan tanto con la ingeniería como con el comportamiento del cerebro humano, pensó que tenía que haber más de siete u ocho. “Pensar que los humanos solo son capaces de ocho emociones es absurdo -se planteó-. Somos criaturas complejas. ¿Qué hay de las diferentes formas de alegría? Experimentamos el mundo en un nivel mucho más profundo que solo ocho emociones”.
Martínez y Srinivasan esperaban identificar las configuraciones faciales que transmiten la emoción a través de las culturas.
Basados en algoritmos informáticos, encontraron que el rostro humano es capaz de configurarse a sí mismo en 16 mil 384 formas únicas, combinando diferentes músculos de diferentes maneras.
Tomaron los 7.2 millones de imágenes que sus búsquedas produjeron y las clasificaron en categorías, buscando aquellas que expresaban emociones en diferentes culturas. Martínez pensó que encontrarían al menos unos pocos cientos, pero solo encontraron 35. “Nos quedamos impactados -admite Martínez-. Pensé que habría muchas, muchas más”.
Dado que el número de expresiones universales era menor de lo esperado, se preguntaban si la mayoría de las expresiones de emoción eran específicas de cada cultura. El resultado de este estudio los sorprendió aún más.
El análisis del mismo conjunto de datos de 7.2 millones de imágenes mostró que solo hay ocho expresiones que se usan en algunas culturas pero no en todas. Estas ocho expresiones transmiten afecto positivo y negativo, pero no categorías de emoción como la alegría y la ira.
Los investigadores concluyeron que la mayoría de las expresiones faciales de emoción son universales, que solo hay unas pocas docenas de ellas y que una gran cantidad de ellas se utilizan para expresar alegría.
Fuente: EP