Los investigadores han descubierto una novedosa conexión entre los organismos primordiales y la vida compleja, a medida que nuevas pruebas arrojan luz sobre los orígenes evolutivos del proceso de división celular que es fundamental para la vida compleja en la Tierra.
El descubrimiento ha sido realizado por un equipo interdisciplinar de científicos dirigido por el profesor Buzz Baum, de University College de Londres, y el d Nick Robinson de la Universidad de Lancaster. Su investigación, publicada en ‘Science’, arroja luz sobre la división celular del microbio ‘Sulfolobus acidocaldarius’, que prospera en aguas termales ácidas a temperaturas de alrededor de 75 ° C.
Este microbio se clasifica entre los organismos unicelulares llamados arqueas que evolucionaron hace 3.500 millones de años junto con las bacterias.
Los eucariotas evolucionaron aproximadamente mil millones de años después, probablemente como resultado de un evento endosimbiótico en el que se fusionaron una célula arqueológica y bacteriana. Las células complejas resultantes se convirtieron en una nueva división de la vida que ahora incluye los protozoos, hongos, plantas y animales.
Ahora se ha descubierto un mecanismo regulador común en la división celular de arqueas y eucariotas después de que los investigadores demostraron por primera vez que el proteasoma, a veces denominado el sistema de eliminación de desechos de la célula, regula la división celular en el ‘Sulfolobus acidocaldarius’ selectivamente descomponer un conjunto específico de proteínas.
Los autores aseguran que «esto es importante porque no se ha demostrado previamente que el proteasoma controle el proceso de división celular de las arqueas».
El proteasoma se conserva evolutivamente tanto en arqueas como en eucariotas y ya está bien establecido que la degradación selectiva de proteínas mediada por proteasomas desempeña un papel clave en la regulación del ciclo celular de los eucariotas.
Por lo tanto, estos hallazgos arrojan nueva luz sobre la historia evolutiva de los eucariotas. «Se ha vuelto cada vez más evidente que las células eucariotas complejas surgieron después de un evento endosimbiótico entre una célula arqueológica ancestral y una alfa-proteobacteria, que posteriormente se convirtió en la mitocondria dentro de la célula eucariota resultante –resumen los autores–. Nuestro estudio sugiere que el papel vital de el proteasoma en el ciclo celular de toda la vida eucariota hoy tiene su origen evolutivo en las arqueas».
Fuente: europapress.es