Ciencia

Carros montables para niños: el vehículo de su diversión

Está comprobado que una de las cosas que los pequeños más disfrutan es jugar a imitar a los adultos. Entre las cosas más emocionantes para ellos es ver a papá y a mamá conducir, y por eso los carros montables para niños son un excelente regalo desde que son bebés.

Están diseñados para que niños y niñas de entre uno a cinco años puedan usarlos con comodidad y seguridad. Generalmente, los maneja un adulto, como si fueran una carriola, pero tienen un volante movible que les da la ilusión de que ellos mismos están conduciendo.

Existe una gran variedad de montables para niños en el mercado, pero antes de comprar uno para tus hijos o sobrinos, toma en cuenta algunos aspectos que te harán invertir en un accesorio verdaderamente práctico, duradero y seguro. ¡Toma nota!

Consejos útiles al elegir carros montables para niños

Como podrás darte cuenta, hay demasiados modelos de carros montables para niños en el mercado y si es la primera vez que compras uno puede ser difícil elegir el adecuado.

Para asegurarte de que harás una buena compra que tu peque vaya a disfrutar el mayor tiempo posible, considera lo siguiente:

¿Eléctricos o manuales?

Definitivamente, los carros eléctricos montables para niños son los más atractivos porque son autónomos, pero no necesariamente son los más prácticos. En primer lugar, los niños más pequeños aún no pueden usarlos, sin mencionar que generan un gasto importante en baterías.

Es mejor un carro montable que mamá o papá pueden controlar mediante un manubrio elevado, y que más adelante pueda desmontarse para darle más libertad a los niños algo mayores.

¿Con o sin pedales?

Definitivamente, con pedales. Muchos carros montables para niños se pueden convertir en triciclos y esa es una gran ventaja para cuando quieren un poco más de autonomía, pero todavía se cansan rápido y necesitan que alguien más se encargue de mover su vehículo.

En estos casos, los carritos montables generalmente tienen unos descansa pies que se colocan encima de los pedales cuando el niño aún no está pedaleando y se quitan cuando están listos para moverse por sí mismos.

¿Cerrado o abierto?

De preferencia, abiertos. Aunque los carros montables que son cerrados a los lados parecen más seguros, en las opciones abiertas pueden dejar las piernas a los costados y tienen más libertad de movimiento. En estos casos, solo asegúrate de que el montable tenga correas de seguridad para evitar accidentes.

Algunas características adicionales que debes considerar y que harán al carrito una de las mejores inversiones que puedas hacer para atesorar hermosos momentos de convivencia en familia, son:

Techo desmontable: la piel de los niños pequeños es muy delicada y es fácil que lleguen a padecer insolación o quemaduras. Evítalo eligiendo un modelo de carrito que tenga un techo desmontable que los proteja en los días más calurosos.

Con buena amortiguación: en cualquier vehículo, aunque sea para niños, la amortiguación es fundamental. Fíjate en que el montable que vas a comprar tenga un sistema de amortiguación que proteja a tu bebé de los movimientos bruscos, y también en que las llantas no sean demasiado rígidas porque pueden llegar a romperse.

Altura suficiente: el manubrio con el que papá o mamá dirigen el carrito montable debe tener altura suficiente para que el cuidador no tenga que encorvarse todo el tiempo. Este es un factor de ergonomía sumamente importante porque evita que el adulto a cargo se lastime la espalda o el cuello.

Volante interactivo: para que la experiencia sea todavía más interesante, busca que el carrito tenga un volante que se mueva y haga sonidos, así como otros elementos con los que el pequeño pueda interactuar mientras pasea.

¡Listo! Ya tienes todo lo que necesitas para elegir carros montables para niños tomando en cuenta la comodidad, la diversión y la seguridad, pero también la durabilidad, de modo que este accesorio pueda adaptarse a diferentes circunstancias y etapas de desarrollo.

Tu bebé te lo agradecerá.