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Carlo Rovelli, el nuevo Hawking, afirma que el tiempo es «contar historias»

El físico italiano Carlo Rovelli, conocido como el nuevo Stephen Hawking por su faceta de exitoso divulgador científico, dijo hoy en la presentación de su libro El orden del tiempo, en Londres, que el tiempo solo sirve para «contar historias» y «ordenar nuestros recuerdos».

Rovelli, investigador en la Universidad Aix-Marsella (Francia) y cuyo libro Siete breves lecciones de física se convirtió en un fenómeno editorial al vender 1.2 millones de copias en todo el mundo, desmonta en su nueva obra la «dimensión tiempo», una variable presente en todas las ecuaciones de la física desde Newton, partiendo de la teoría de la «gravedad cuántica de bucles».

Esta hipótesis busca la conjunción de la mecánica cuántica y la relatividad general, las dos grandes teorías de la física, aparentemente incompatibles.

«En el universo no hay un ‘ahora’, el tiempo es una variable que no existe», dijo Rovelli, que agregó que «el tiempo es contar historias», ya que «nuestras emociones son cruciales para nuestra comprensión del mundo».

El tiempo es, según el científico, una «noción» que el ser humano necesita para ordenar su percepción y su memoria, pero que no se encuentra a un «nivel fundamental» en el universo.

«El cerebro es una máquina del tiempo, un mecanismo que utiliza la memoria para contarte la historia de ti mismo», indicó en alusión a los estudios de la neurociencia y añadió que «el tiempo y la conciencia son problemas parecidos», ya que «nuestra conciencia es la narración temporal de nosotros mismos».

En alusión al lenguaje poco técnico que emplea en su obra, que llega a un amplio público sin necesidad de conocimientos previos en ciencia, indicó que siempre busca el «núcleo de cada idea» para exponer lo más relevante de la forma más simple.

«Escribo sobre lo que a mí me ha intrigado», explicó también sobre sus motivaciones a la hora de encarar un libro y añadió que, en su día, escogió la Física por «curiosidad» sobre cómo «nuestras mentes» entienden el «funcionamiento del mundo».

El orden del tiempo también contará con un audiolibro que será leído en su versión inglesa por el actor inglés Benedict Cumberbatch, un fan declarado del autor tras leer Siete breves lecciones de física para el rodaje de la película «Doctor Strange» (2016), donde se puso en la piel del superhéroe de Marvel con el mismo nombre.

«Interpreta y lee el libro tan bien que me hace preguntarme si he sido yo quien lo ha escrito», afirmó Rovelli, entusiasmado sobre el trabajo del actor.

El divulgador también tuvo palabras sobre Stephen Hawking, al que definió como uno de los «mejores científicos» de su generación, ya que hizo «grandes descubrimientos», a pesar de que hubo cuestiones que no llegó a responder en su totalidad, como los agujeros negros.

El italiano aplaudió la labor del científico inglés fallecido el pasado marzo en Cambridge, Reino Unido, ya que siempre «ponía en duda» lo que sabía, lo cual constituye el verdadero trabajo de un científico.

Rovelli habló además de temas que no trata directamente en su libro, como las máquinas del tiempo, que definió como «casi imposibles», aunque no por ser «contradictorias o lógicamente imposibles», sino por la dificultad que desentrañaría luchar con el segundo principio de la termodinámica, que establece la irreversibilidad de los fenómenos físicos.

Interpelado sobre las disidencias entre ciencia y religión, afirmó que, en su entorno, tiene compañeros de todos los credos, pero que la comunidad científica, en su conjunto, es fundamentalmente atea, como él mismo se define.

Por último, Rovelli lamentó la educación actual y la especialización del alumnado a temprana edad escolar, que da lugar a «alumnos de ciencias que no saben de literatura o historia» y «alumnos de humanidades que no saben de ciencias», en lo que supone un gran error del sistema.

«Creo en una educación fundamentada en preparar seres humanos, no trabajadores», concluyó el italiano.

El orden del tiempo se publicará el 9 de mayo en España, traducido al castellano por la editorial Anagrama.

Fuente: EFE