¿Bacteria que come petróleo? Estudiante de universidad mexicana, premiado por desarrollarla
Luis Caleb Damas, estudiante de maestría del Tec de Monterrey, hace investigación sobre bacteria que degrada el petróleo de manera orgánica en caso de derrames
El alumno de maestría en Biotecnología del Tec de Monterrey, Luis Caleb Damas, recibió el premio Sergio Sánchez Esquivel de la Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería (SMBB) por un protocolo de tesis sobre bacteria “antipetróleo”.
La investigación que busca realizar el joven de 23 años se basa en el uso eficiente de una bacteria que degrada de manera orgánica el petróleo en caso de derrames en cuerpos de agua, como mares, de forma menos costosa.
“Los derrames de petróleo tienen un gran impacto en el ambiente. Esta bacteria produce 2 compuestos que sirven para quitar el petróleo: piocianina y ramnolípidos”, comenta Luis Caleb.
El reconocimiento fue realizado durante el XIX Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingeniería, llevado a cabo del 27 de septiembre al 1 de octubre; además, se entregó un premio económico.
El premio Sergio Sánchez Esquivel se otorga de forma bianual a protocolos de investigación de pregrado y posgrado. Es la primera vez que un estudiante del Tec es galardonado por la SMB.
Busca un proceso más efectivo y menos costoso
Luis Caleb explica que los compuestos piocianina y ramnolípidos ayudan a aislar el petróleo y lo hacen más sencillo de eliminar.
“Si lo haces con bacterias puedes remover más del 90% sin que las personas vayan a limpiar el petróleo”, señala el joven.
Caleb añade que este proceso se llama biorremediación, y aunque ya se usa, ahora el joven busca investigar una manera de hacer el proceso más eficiente y menos costoso.
“La bacteria produce los 2 compuestos, pero es complicada su producción, ya que se produce poco y los compuestos son variables en cada bacteria.
“(En nuestra investigación) queremos aumentar la producción de ambos compuestos y mejorar la remoción de los hidrocarburos del agua”, indica.
“Queremos aumentar la producción de ambos compuestos y mejorar la remoción de los hidrocarburos del agua”.
Esta planeación previa a la investigación que realizará durante su maestría en el Tec de Monterrey, añade, es conocido como protocolo de tesis, motivo por el que fue premiado.
Este protocolo es nombrado “Diseño de estrategias racionales de ingeniería metabólica para la co-producción de piocianina y ramnolípidos en Pseudomonas aeruginosa IGPR1 para la biorremediación de cuerpos de agua contaminados con hidrocarburos”.
“Ahorita estamos en la parte estratégica de definir qué genes vamos a modificar y estamos haciendo los primeros intentos para modificar la bacteria con genes que tenemos identificados.
“El resto del semestre y el próximo ejecutamos y veremos la eficiencia de la remoción de los hidrocarburos”, señala Caleb.
Ser testigo de un derrame en el mar lo inspiró a su investigación
Cuando era joven, durante un viaje a la playa de la Isla del Padre, ubicada en Texas, Estados Unidos, Caleb presenció el daño ocasionado en el agua debido a un derrame petrolero.
“Me explicó mi papá que era por el derrame del petróleo que había llegado a la playa. En ese momento no lo entendí, pero creciendo me di cuenta del gran impacto que tiene.
“Si a nosotros nos resultaba molesto quitarnos lo negro del petróleo de los pies, cuánto más iba a ser para los animales afectados”, recuerda Caleb.
El joven originario de Monterrey señala que el interés por la biotecnología surgió de su padre, quien es doctor en dicha disciplina.
“Desde que era niño escuchaba sobre bacterias, parásitos, ADN y microbiología. Fui creciendo y desarrollando ese gusto”, menciona.
Durante su carrera Caleb se interesó en la Ingeniería Metabólica y al egresar buscó ingresar al Tec de Monterrey a estudiar una maestría en Biotecnología.
Aquella anécdota y su área de estudio habían coincidido durante su posgrado dando origen a un interés por investigar una manera más eficiente de tratar los derrames petroleros y disminuir el daño al ambiente.
Quiere un futuro con menos daño ecológico
“(En el futuro) este proyecto tiene posibilidades comerciales. Hay posibilidad de más derrames en el mundo, entonces me gustaría que la gente pudiera acceder a esta información sin problema.
“Que pudiera ser de libre acceso porque es económico, y más fácil de obtener que con otros métodos que se utilizan”, señala el joven investigador.
Caleb añade que hay proyectos similares en universidades como la UNAM, pero algunos de ellos están enfocados solo en 1 de las 2 bacterias.
“Ahora nos toca el laboratorio. Ver cómo reaccionan las modificaciones planeadas, ir descartando estrategias y mejorando las que ya tenemos”, señala Caleb quien trabaja dentro de las instalaciones del Centro de Biotecnología FEMSA ubicado en el Tec campus Monterrey.
“Este proyecto tiene posibilidades comerciales. Hay posibilidad de más derrames en el mundo entonces me gustaría que la gente pudiera acceder a esta información sin problema”.
De igual manera señala que buscará trabajar no solo en este proyecto sino en el uso de otras bacterias con aplicaciones para beneficio de la humanidad y menciona que buscará dar clases en algún momento de su trayectoria profesional.
“Poder aplicar lo mismo de esta bacteria en otras. Producir fármacos de manera fácil, producir aditamentos alimenticios o bacterias que nos ayuden a producir compuestos de gran interés.
“Mi sueño es llegar a una universidad de muchísimo renombre y ser un investigador principal, tener mi propio laboratorio y dar clases. Darles este abanico de oportunidades”, finalizó Luis Caleb.
El derrame de petróleo, una mezcla compleja de muchos productos químicos, tiene el potencial de causar impactos devastadores en el medio ambiente.
De acuerdo a las Naciones Unidas, los derrames pueden matar los corales, que sostienen una cuarta parte de toda la vida marina, proporcionan seguridad alimentaria y medios de vida a al menos 500 millones de personas y protegen las costas al mitigar el impacto de olas, tormentas e inundaciones.
En el caso de un derrame masivo, la salud humana también puede verse afectada por el contacto directo o la inhalación del petróleo, o por el consumo de mariscos o pescados contaminados.
Fuente: tec.mx