Autor de artículo científico cuestiona si ¿vienen los pulpos del espacio exterior?
Admítalo, si ha leído hasta aquí le puede la curiosidad, ¿no es así? Pero agárrese que vienen curvas. Qué pensaría de unos huevos de pulpo congelados en un meteorito que acabó colisionando con la Tierra hace 540 millones de años.
Un artículo publicado en la revista “Progress in Biophysics and Molecular Biology” trata sobre los orígenes de la vida en nuestro planeta. Un equipo de no menos de treinta y tres investigadores estudiaron distintas teorías. Una de las más llamativas es que los cefalópodos —sepias, pulpos y calamares— podrían proceder de algún sitio distinto a la Tierra.
Los pulpos y su ADN alienígena
“La secuenciación genética y del transcriptoma de los cefalópodos sugiere de una forma convincente que existen indicios de la influencia de virus extraterrestres sobre la evolución terrestre”, explican en el estudio. “El genoma del pulpo muestra una asombrosa complejidad con 33 000 genes codificadores de proteínas más que un Homo sapiens”.
Pero el plato fuerte es este: “Los genes transformadores que conducen desde los nautilos ancestrales […] a la sepia común […] al calamar […] al pulpo común […] no se encuentran fácilmente en ninguna forma de vida preexistente. Es plausible entonces sugerir que parecen ser tomados de un “futuro” muy distante en términos de evolución terrestre, o desde un punto de vista más realista del cosmos en general”.
Sugieren que los pulpos modernos son los descendientes de criaturas que llegaron a la Tierra congeladas en un cometa helado. ¿Por qué el pulpo en concreto? “Su encéfalo de gran tamaño y su sistema nervioso complejo, sus ojos como cámaras, sus cuerpos flexibles y su capacidad para camuflarse instantáneamente gracias a cambios de color y de forma son solo algunas de las características que aparecen de repente en la evolución”. Esta evolución terrestre se produjo gracias a que “huevos de calamar o pulpo crioconservados” aterrizaron en los océanos a bordo de cometas “hace varios cientos de millones de años”.
Los investigadores también ofrecen otra explicación. Un virus extraterrestre infectó a una población primigenia de calamares y provocó que evolucionaran rápidamente hasta convertirse en los pulpos modernos.
¿Pulpos del espacio? Reflexionemos un momento
La comunidad científica ha tardado poco en rebatir estos argumentos. “De lo que no hay ninguna duda es de que la biología ancestral es fascinante, pero esta propuesta, en el mejor de los casos, es contraproducente” declaró Ken Stedman, virólogo estadounidense y profesor de biología en la Universidad Estatal de Portland, al sitio web de noticias “Live Science”. “Muchas de las afirmaciones en este artículo son poco más que especulativas y ni siquiera tienen en cuenta la bibliografía al respecto”.
Otros fueron menos diplomáticos al describir el estudio. En su comentario publicado en la misma revista, Karin Mölling, viróloga del Instituto Max Planck de Genética Molecular (Alemania), concluyó que los resultados “no pueden tomarse en serio”.
Cabe afirmar que esta no será la última vez que la comunidad científica reviva la teoría de que la vida procede de otros planetas dio lugar a algunos o todos los organismos de la Tierra. Cuando surgen unas tres docenas de científicos de universidades e institutos de todo el mundo que se basan en estas ideas y atraen la atención de los medios de comunicación, ¿merece la pena al menos reflexionar al respecto?
Fuente: cordis.europa.eu/news