Animales cósmicos: una mirada a los pioneros espaciales
Desde moscas de la fruta hasta monos, descubramos a los intrépidos exploradores no humanos que han desafiado la gravedad terrestre
La carrera espacial no solo ha sido un campo de batalla para naciones, sino también un escenario donde diversas especies animales han jugado roles protagónicos. Monos, perros, moscas de la fruta y hasta peces han sido enviados más allá de nuestra atmósfera terrestre. Estos animales pioneros han abierto el camino a las expediciones posteriores, proporcionando datos valiosos sobre la supervivencia en el espacio.
Hasta la fecha, al menos siete países han enviado animales al espacio, incluyendo Estados Unidos, la antigua Unión Soviética, Francia, China, Japón, Irán y Argentina. Aquí, exploraremos los más notables viajeros espaciales no humanos de estos países.
Inicios de la exploración animal en el espacio
En Estados Unidos, la historia de enviar animales al espacio comenzó con los vuelos suborbitales de las moscas de la fruta en 1947. Estos pequeños seres vivos fueron los primeros en experimentar las condiciones del espacio, junto con semillas de maíz, para investigar los efectos de la exposición a la radiación a elevada altitud.
Luego, los monos tomaron su lugar. El primer mono astronauta se llamó Albert, un macaco rhesus, quien en 1948 alcanzó la altura de 63 kilómetros a bordo de un cohete V2. Otro notable viajero fue el chimpancé Ham, que se convirtió en el primer homínido en el espacio en 1961.
En paralelo, la antigua Unión Soviética se unía a la carrera espacial con un pasajero canino. En 1951, enviaron en un vuelo suborbital a los perros Tsygan y Dezik. Aunque el país es más conocido por enviar a la perra Laika al espacio en 1957, quien se convirtió en el primer ser vivo terrestre en orbitar la Tierra.
Ampliando horizontes: naciones se unen a la carrera espacial
Francia entró en la carrera espacial enviando a una gata llamada Félicette al espacio en 1963. Félicette se convirtió en el primer y único gato que ha viajado al espacio y afortunadamente regresó a salvo.
En 1964, China lanzó ratones y ratas al espacio para estudiar los efectos de la radiación cósmica. Un año después repitieron la experiencia, y en 1966 fueron dos perros los que volaron.
Japón ha enviado ratas y peces medaka al espacio. El lanzamiento de los peces medaka en 1994 fue particularmente interesante ya que permitió a los científicos estudiar los efectos de la microgravedad en la formación de los huesos.
Avances en la exploración espacial animal en el Siglo XXI
En 2013, Irán hizo historia enviando un mono al espacio y logrando su retorno seguro a la Tierra, en un intento de avanzar en su programa espacial.
Argentina ha contribuido a la exploración espacial con la rata Belisario, que fue enviada al espacio en 1967 y sobrevivió a la reentrada a la Tierra. Argentina fue el cuarto país en colocar seres vivos en el espacio y retornarlos a tierra, con el proyecto Cóndor siendo un hito en su historia aeroespacial.
Las experiencias con animales en el espacio sirvieron originalmente para probar la supervivencia en los vuelos espaciales antes de intentar misiones tripuladas por humanos. A pesar de los riesgos y sacrificios, estos animales han hecho historia en el estudio del universo.
La Relevancia de los viajes espaciales con animales
Los viajes espaciales con animales han aportado mucho a nuestra comprensión de cómo la vida puede soportar las condiciones del espacio. Cada misión ha proporcionado información crucial sobre los efectos de la radiación cósmica, la microgravedad y el estrés del viaje espacial en los seres vivos.
Más allá de las pruebas de supervivencia, estos viajes también han permitido a los científicos observar cómo los animales se adaptan y comportan en un entorno tan ajeno a su hábitat natural. Los experimentos realizados han cubierto desde la formación de huesos en microgravedad hasta el comportamiento de las moscas de la fruta en el espacio.
Aunque ahora somos capaces de enviar humanos al espacio de manera segura, debemos mucho a estos pioneros no humanos y a las naciones que se atrevieron a enviarlos en esta aventura cósmica. Su legado perdura en cada nueva misión que busca desentrañar los misterios del universo.
Hacia el futuro: la exploración espacial animal en el Siglo XXI
A medida que avanzamos en el siglo XXI, la exploración espacial continúa evolucionando. Los animales siguen siendo valiosos participantes en esta aventura, proporcionando datos valiosos y contribuyendo a la comprensión de la vida en el espacio.
Mientras nos preparamos para misiones más largas y posiblemente tripuladas a Marte, los animales seguirán siendo nuestros valientes pioneros espaciales, desempeñando un papel clave en la conquista del cosmos.
Fuente: excelsior.com.mx