CienciaDestacada

Cómo es Alucia, el espectacular barco científico con submarinos y helicóptero que filma las maravillas nunca vistas de los océanos

Entrar a bordo del barco Alucia es una mezcla de sensaciones de diferentes épocas. Algo así como acercarse a los increíbles lugares y especies descritas por Julio Verne en “Veinte mil leguas de viaje submarino”, pero a través de la tecnología de una película futurista de ciencia ficción.

BBC Mundo visitó este buque dedicado a realizar investigaciones científicas por todo el planeta durante unos días de estadía en el puerto de Fort Lauderdale, en el estado de Florida, Estados Unidos.

Y sus resultados son tan impresionantes, que muchas son a la vez captadas por equipos de filmación para realizar documentales que muestren las maravillas que aún hoy esconden nuestros océanos.

Así, con una heterogénea tripulación en la que científicos y periodistas trabajan codo con codo, las expediciones del Alucia han conseguido encontrar nuevas especies o filmar otras en situaciones nunca vistas por el ojo humano.

Por descubrir, el Alucia fue incluso responsable del principal hallazgo tras el accidente del avión de Air France desplomado en el Atlántico mientras volaba de Brasil a Francia en 2009. Dos años después, este buque localizó los restos del fuselaje entre los que se encontraban decenas de las 228 víctimas mortales.

A mil metros de profundidad

Construido originalmente en 1974 para realizar expediciones científicas para el gobierno de Francia, el Alucia fue reformado a finales de 2009 con el objetivo de mezclar sus objetivos de ciencia, audiovisuales e incluso de recreación.

Tiene 58 metros de eslora, 10 de manga y una autonomía para desempeñar sus tareas durante más de 20 días.

Pero aún más sorprendentes que sus cifras son sus equipos con lo último en técnicas de buceo, producción e investigación.

Dos de sus joyas son las unidades submarinas que permiten que 2 o 3 personas se sumerjan a hasta mil metros de profundidad y estén separados de los tesoros del mar por una cápsula de vidrio de tan solo 20 centímetros de grosor.

“Son el leitmotiv del barco”, explica el uruguayo Alejandro Simone, ingeniero de la tripulación, quien asegura que sumergirse a bordo de los submarinos “es algo excelente y único, una sensación difícil de explicar con palabras”.

Estas unidades constan de robots para tomar muestras del lecho marino y de las cámaras más vanguardistas que captan la realidad con una fidelidad casi del ojo humano. “No hay muchas unidades como estas en el mundo”, dice Simone.

Bajo el mar y por aire

Pero el Alucia no se limita a captar las imágenes más fascinantes de lo que encuentra bajo el agua.

El buque cuenta con un helipuerto y su correspondiente helicóptero que, si la misión lo requiere, está disponible para tomar imágenes aéreas complementarias a las captadas por drones.

“Se utiliza sobre todo cuando hay vistas aéreas espectaculares en lugares como las islas Galápagos, la Antártica, volcanes…”, dice el ingeniero Simone.

Varias zodiacs y otras embarcaciones permiten también a la tripulación del Alucia acercarse a costa y realizar incursiones terrestres para captar la vida en los océanos desde todos los ángulos.

Otro de los lugares más fascinantes del barco es su sala de control de misión. Decenas de pantallas y computadoras permiten desde este reducido espacio monitorear y controlar posiciones, profundidad, distancia, estado y situación de los submarinos, o rastrear cualquier equipo autónomo.

Justo frente a este espacio, se encuentra la sala de edición donde las imágenes captadas comienzan a ser editadas y trabajadas por los periodistas. Casi no hace falta salir del Alucia para ponerle el broche de oro a los documentales que tratarán de acercar al gran público parte de lo vivido en estas apasionantes experiencias.

“Experiencias impresionantes”

Pero un trabajo tan apasionante se traduce también en una vida intensa a bordo que deja poco lugar a la improvisación.

“Las expediciones pueden durar unos 20 o 22 días. Hay algunas que por su localización son más complicadas, como las de la Antártica. Este 2017 lo empezamos allá, festejamos el inicio de año y tardamos unos cuantos días en cruzar hasta Ushuaia, que es el puerto que utilizamos como base”, recuerda Simone.

“Lo peor es cuando las condiciones del mar o climáticas no nos permiten hacer las incursiones o tomas previstas, porque cada día es una oportunidad que no se puede perder”.

A cambio de esta completa dedicación, y en tres años y medio de experiencia en el Alucia, este ingeniero logró registrar en su retina algunas de las más bellas imágenes que jamás pensó presenciar en primera persona.

Son tantas, que le cuesta elegir solo una.

“Quizá el atolón de las islas Bikini. Ver toda esa cantidad de barcos hundidos tras las pruebas nucleares de la década de los 50 y 60… es impresionante”, describe el uruguayo.

También recuerda de manera especial bucear con los submarinos en Palau, en Micronesia. “Es uno de los lugares más bonitos y con la mayor diversidad, la multitud de colores que ves bajo el agua…”.

Justo después de destacar también maravillas de su América Latina natal como el sur de Chile y la Patagonia, las islas Galápagos o la reserva de Fernando de Noronha, Alejandro Simone concluye nuestra visita al barco y regresa sonriente a su sala de máquinas pensando en cuál será la próxima expedición del Alucia que quedará marcada para siempre en su memoria.

“Blue Planet II”, la última aventura del Alucia

La serie documental de la BBC Blue Planet II es el espectacular resultado de una de las últimas expediciones del Alucia.

Durante varios años, un equipo multidisciplinar realizó 10 misiones para llegar a prácticamente todos los rincones del planeta y captar las imágenes más sorprendentes de las maravillas escondidas en los océanos.

El equipo logró grabar sorprendentes comportamientos marinos como el momento en que un pez (Caranx ignobilis gigante) atrapa a un ave en pleno vuelo o la inmersión de una madre cachalote junto a su cría. También explora nuevos paisajes como la erupción de metano de un volcán en el Golfo de México o las profundidades del océano bajo la Antártida.

El productor ejecutivo de la serie, James Honeyborne, adelanta “nuevos lugares increíbles, nuevos comportamientos extraordinarios y nuevas y notables criaturas”. A la vez, alerta que “mostrar un retrato actual de la vida marina nos hará recordar a tiempo que este es un momento crítico para la salud de los océanos del mundo”.

Blue Planet II es la continuación de la exitosa serie estrenada en BBC en 2001. Las nuevas técnicas y sistemas de filmación permitieron ahora conseguir nuevos ángulos de la vida marina y una calidad de imágenes tan impresionantes que, por veces, ni parecen reales.

Es por ello que David Attenborough, presentador de la serie, recomienda “respirar profundamente” antes de verla.

Fuente: bbc.com