Ahora puedes ver en directo cómo las criaturas del fondo del mar devoran el cadáver de una ballena
Los científicos marinos a bordo del E/V Nautilus, un buque de investigación que ronda los mares en busca de descubrimientos oceánicos, se toparon con los restos esqueléticos de una ballena de 5 metros de largo. Con trozos de carne aún aferrados a los huesos, la ballena muerta ha atraído a una variedad de extrañas criaturas marinas, entre ellas gusanos, pulpos y anguilas. Lo mejor de todo es que están emitiendo en vivo el festín.
Prácticamente nada se desperdicia en la naturaleza. Cuando una ballena grande muere y cae al fondo marino, su cadáver se convierte en un verdadero banquete jacobeo para los muchos comensales del fondo marino en busca de un bocado. Pero cuando las ballenas caen por debajo de los 1000 metros, entran en un ambiente completamente extraño, sin luz, con una intensa presión de agua y prácticamente sin oxígeno. A estas profundidades, el cadáver está expuesto a una variedad de criaturas marinas que están especialmente adaptadas para vivir y encontrar comida a estas profundidades extremas.
Una de esas ballenas caídas fue descubierta el miércoles por investigadores a bordo del Nautilus. El buque es operado por Ocean Exploration Trust y con frecuencia emite en vivo inmersiones de vehículos operados a distancia con comentarios de los propios científicos. El equipo estaba terminando el trabajo exploratorio en el Santuario Marino Nacional de la Bahía de Monterrey frente a la costa de California cuando tropezaron con el cadáver a una profundidad de 3.200 metros. La caída de la ballena se encuentra cerca del monte submarino Davidson en el océano Pacífico.
La cámara a bordo del vehículo operado a distancia capturó imágenes asombrosamente claras del esqueleto, que está siendo devorado por gusanos, anguilas y crustáceos como cangrejos y langostas, antropodos y pulpos.
Todavía hay mucho tejido carnoso en los huesos de la ballena y, según eso, los investigadores estiman que probablemente murió hace cuatro meses. Los investigadores también afirman, al observar su orientación, que está acostado boca arriba.
La especie exacta de ballena aún no se ha determinado, pero los investigadores sospechan que es una ballena gris o una ballena Minke. Si se trata de una ballena gris, al equipo le gustaría saber si su muerte tuvo algo que ver con el reciente evento de mortalidad de ballenas grises del Pacífico, que los científicos creen que está siendo causado por la disminución del acceso a los recursos alimenticios.
Otra posibilidad es que la ballena fuera golpeada por un barco que pasaba, aunque los investigadores a bordo del Nautilus no identificaron grietas u otros signos de trauma. Utilizando el vehículo sumergible, los investigadores recolectan muestras para su posterior estudio. Es probable que presten especial atención a la barba, la mandíbula y otros aspectos de la anatomía podrida y carcomida de la ballena.
El equipo pondrá estas muestras a disposición de otros investigadores. A algunos investigadores les gustaría estudiar la cantidad de oxígeno disponible en el agua, ya que los restos de los animales tardan más en descomponerse en entornos con poco oxígeno. Las muestras también podrían arrojar nueva luz sobre los gusanos que comen huesos y los tipos de nutrientes que pueden extraer del esqueleto.
Si bien la ballena muerta es claramente lo que más interesa a las criaturas del fondo del mar, uno de los pulpos decidió engancharse al submarino.
Fuente: esgizmodo.com