Hace años que los científicos sueñan con crear máquinas microscópicas que surquen el flujo sanguíneo para administrar fármacos o realizar cirugía menor. En los últimos quince años se han fabricado distintas variantes que dependen de reacciones químicas, campos magnéticos o vibraciones, pero a menudo acaban moviéndose erráticamente. Como explica Jinyao Tang, químico de la Universidad de Hong Kong, el problema principal reside en guiarlas hacia donde se las necesita. Ahora, su equipo ha logrado varios progresos con un microrrobot sumergible que puede ser conducido con suavidad y precisión mediante un haz luminoso.
Leer más