Psicoterapia, fundamental en el tratamiento de diabetes
En México casi una de cada 10 personas padece diabetes. Tras el diagnóstico el paciente debe seguir un tratamiento integral con medicación y ayuda psicológica, esto para generar conciencia y aceptación de la enfermedad, así como para crear un vínculo estrecho con el régimen médico. Esto es, que la persona mantenga salud mental en su nueva condición de vida.
Algunas de las reacciones emocionales que surgen tras determinar que se padece diabetes son enojo, incertidumbre, miedo, ansiedad o depresión. Por ello la doctora en psicología, Laura González-Macías, enfatizó que el enfermo debe aceptar el padecimiento y cumplir con el tratamiento médico.
“Lo más importante es brindar la educación, es decir mostrar los beneficios del tratamiento y hacer conciencia de ello. Suele ocurrir que el paciente no responde inmediatamente al medicamento aun tomándolo de manera adecuada, en este caso habría que trabajar en las emociones que pudieran estar impidiendo la eficacia del tratamiento”, enfatizó.
Por su parte, el psicólogo debe enseñar al paciente la adquisición de hábitos saludables, disminuir las emociones negativas, mejorar la comunicación con familia y amigos, así como controlar el estrés para mejorar la calidad de vida tanto física como emocional.
Por ejemplo, al paciente con diabetes que presenta depresión se le solicita el diagnóstico clínico de un psiquiatra y con psicoterapia hay posibilidad de que entienda lo que está ocurriendo con su cuerpo y es más probable que se adapte a esta nueva circunstancia de vida. Con alternativas como actividad física: ejercicios de relajación, meditación, yoga o mindfullness se puede controlar la ansiedad y angustia.
Otra opción es asistir a una red de apoyo, es decir el espacio donde otras personas fungen como acompañantes o escuchas y logran que el paciente pueda sentirse seguro. También es importante involucrar a la familia en el tratamiento y en el conocimiento de la enfermedad.
“Si el paciente no se cuida médicamente la diabetes es grave, a nivel emocional las consecuencias llegan más rápido y pueden ser aún más peligrosas”, enfatizó la doctora Laura González-Macías, también terapeuta en la Clínica de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Además, finalizó que “un tratamiento psicológico para una persona con una enfermedad crónica, nunca está de más, hay que hacer conciencia y duelo. Cuidar la salud mental y ver que el paciente puede contender con lo que le está sucediendo”. (Agencia ID)