Una vez que termina la vida útil de las baterías de ácido-plomo que dotan de energía a los autos algunas se desechan en tiraderos municipales, donde no se tiene control del confinamiento. El problema derivado de ello es que tanto los ácidos y la pasta de las que se conforman contienen sulfuros de plomo, los cuales se filtran al subsuelo y lo contaminan, y en caso más grave al quedar a la intemperie se volatilizan y puede propiciar daños al medio ambiente y a la salud de quien los respira.
Hasta ahora, la recuperación del plomo se hace por el proceso de alto horno, lo cual es costoso y emplea combustibles contaminantes. Ante ello, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) crearon un método más barato que el utilizado actualmente y recupera hasta 90 por ciento de plomo metálico (Pb).
“Además de ser más económico, el proceso se efectúa en un solo paso y se basa en la reducción directa, mediante una escoria constituida principalmente por silicato de plomo (PbSiO2)”, puntualiza el doctor Víctor Hugo Gutiérrez Pérez, profesor investigador de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, campus Zacatecas (UPIIZ), del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
El modelo científico que es único en el mundo ha dado pie a una publicación internacional, sirvió de tesis para el grado de maestría de la alumna Angélica Sánchez Martínez y ha sido patentado a nivel nacional. En el proyecto también participan los doctores Alejandro Cruz Ramírez y Ricardo Sánchez Alvarado, de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE), del IPN.
“Cuando uno le quita las celdas metálicas a las baterías queda la pasta, compuesta por óxidos y sulfuros de plomo, que usualmente se desperdicia. De ésta nosotros logramos recuperarlo en forma de plomo metálico empleando un solo paso, a diferencia del proceso de alto horno que es más complejo y costoso”, detalla el doctor Gutiérrez Pérez.
Agrega que reutilizar el plomo de las baterías de ácido-plomo es mucho más barato que extraerlo directamente del mineral. Solamente hay que tener en cuenta la inversión en recursos energéticos en cada uno de los procesos.
El doctor en metalurgia y materiales, graduado con mención honorífica de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del IPN, señala que se trabaja en la mejora del modelo científico y que dos empresas fuera de México que se dedican al reciclado de baterías se han interesado en el innovador proceso.
En 2016, México extrajo 263.8 millones de toneladas de plomo ubicándose como el quinto productor a nivel mundial, en el que China es líder. Sobre el estigma que marca a este metal no ferroso, el doctor Gutiérrez Pérez señala que tendencia a nivel mundial es darle más aprovechamiento.
“La industria dedicada a la generación de energía busca que ésta tenga un almacenamiento, y las mejores baterías para ese fin son las de ácido-plomo. Así se ve en los campos de energía eólica y solar, donde las fotoceldas y aerogeneradores pueden almacenar energía en las baterías de ácido-plomo, tal como sucede en las que emplean los autos híbridos o eléctricos. No son pocas las investigaciones dirigidas a mejorar el rendimiento de las mismas”, concluye el especialista. (Agencia ID)