A solicitud expresa de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción de Guanajuato de buscar una opción que pudiera reemplazar la madera empleada en algunas de sus actividades, investigadores del Centro de Innovación Aplicada en Tecnologías Competitivas (Ciatec) crearon en 2009 un material que superó las expectativas a un costo muy atractivo.
El producto es un compuesto a base de aserrín, tereftalato de polietileno (PET, por sus siglas en inglés) y polietileno de alta densidad (PEAD), compuestos que se someten a un proceso termomecánico. El resultado fue un material ligero debido a su baja densidad molecular, muy resistente a la compresión y que puede ser extruido e inyectado como cualquier plástico.
El material fue denominado “madera líquida” e inició trámites de patente ante posibles vías de comercialización. Así lo explica el doctor Sergio Alonso Romero, conductor del proyecto y quien detalla que el material es un fluido que es moldeable, de manera que se le puede dar la forma que se quiera, en primera instancia para cimbra, polines y tablones para la industria de la construcción.
“En 2009 el PET era muy barato y tras estudios financieros la madera líquida era un producto muy atractivo para posibles inversionistas. Sin embargo, de un año para el siguiente el precio del material se incrementó, lo que hizo el proyecto inviable”, especifica el doctor en ingeniería química por la Escuela Politécnica de la Universidad de Montreal.
Fue así como el proyecto dio un giro y volvió a ser atractivo para la industria de la construcción, pues se puede aplicar en exteriores e interiores de edificaciones con fines decorativos. La ahora llamada “piedra líquida” mantiene características de un plástico, como las propiedades térmicas, además de que tardará en degradarse, no se despegará de la pared ni envejecerá.
“Ahora la madera líquida puede usarse como ´fachaletas´. Igualmente como fluido puede inyectarse a un molde específico y se deja solidificar para lo que se requiera. La diferencia es que resulta fácil de producir, pues explotar piedra natural implica el empleo de recursos que lo hacen muy costoso”.
El investigador mexicano es aún más específico con el giro que dio el proyecto, y detalla que el costo de un polín de madera es de 70 pesos y el hecho con madera líquida es de 120. Mientras que el metro cuadrado de la piedra líquida oscila entre 350 y 400 pesos, mientras que esa dimensión de la piedra natural más barata supera los 500 pesos.
A través de los nodos binacionales México- EU de innovación en materiales avanzados el proyecto se retomó en 2017 en colaboración con Cidetec.
“Ahora estamos en el proceso de incubación de una empresa de base tecnológica para que un emprendedor empiece el negocio, al que se transferirá la tecnología. Como institución no podemos hacerlo así, necesitamos este tipo de figura jurídica”, manifiesta el doctor Alonso Romero.
Finalmente, el especialista aclara que el concepto del aprovechamiento de polipropileno y polietileno con aserrín se emplea hace varios años en el mundo, pero la formulación con PET en un proceso termo-mecánico hace la diferencia con lo que existe en el mercado. “Proponemos una alternativa contra la deforestación y el uso convencional de la madera”. (Agencia ID)