En el mundo hay cerca de 253 millones de personas con discapacidad visual. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 80 por ciento del total mundial de casos se pueden evitar o curar. Por su parte, en México del total de población con problemas visuales, cerca del 63 por ciento no utiliza una herramienta adecuada. Ante esta situación, el investigador de la UNAM, Daniel Martínez creó unos lentes inteligentes para ayudar a mejorar la vida cotidiana.
Se trata de InteLentes, innovación que además favorece la inclusión social y laboral. La invención, diseñada y desarrollada en la Facultad de Ingeniería de la máxima casa de estudios, cuenta con una cámara integrada con la que a partir de las imágenes captadas identifica objetos cotidianos, animales, personas y lugares.
Su funcionamiento es en tiempo real e inicia con la captura de la imagen y en no más de cinco segundos los lentes responden con el reconocimiento de la fotografía. Es importante señalar que la invención puma está sincronizada con un teléfono celular para captar las señales de WiFi o Bluetooth y además cuenta con botones para acceder o validar estas señales.
Martínez Macedo, académico y creador, destacó que con esta tecnología buscan mejorar la calidad de vida; esto es, con esta innovación se pueden cubrir cinco escenarios: el primero, es la detección de animales, entornos y personas; es decir, los lentes son capaces de discernir entre un perro, un gato, una maceta, un florero o una computadora, y hacer un cálculo estimado de la edad y sexo de un individuo.
“El segundo modo consiste en la lectura, procesamiento y traducción de textos impresos, lo que ayudaría a los usuarios a desenvolverse en lugares en donde no se cuenta con sistema Braille, como los restaurantes. El tercero, se refiere a la lectura, procesamiento y traducción al español de textos escritos a mano, funcional para estudiantes, pues los lentes leen por ellos. Por ejemplo, lo que alguien más anota en un pizarrón o en una libreta.
El cuarto escenario es la identificación de rostros conocidos, los cuales se dan de alta dentro de los lentes. Así, alguien con debilidad visual puede registrar las caras de las personas con quienes convive. Y, finalmente, el quinto modo es la detección e identificación de lugares, aunque en este momento sólo podría aplicarse en sitios muy conocidos y no tan específicos”.
Actualmente la invención es un prototipo; sin embargo, el creador busca mejorar el software, ya que su objetivo es fabricarlos a un precio aproximado de dos mil pesos para que, de conseguir el apoyo necesario, en un año estén en el mercado. (Agencia ID)