Una complicación importante que pueden sufrir quienes viven con diabetes tipo 1 o 2 es entrar en estado de coma, ya sea por niveles demasiado bajos o muy altos de glucosa en sangre. Se estima que 20 por ciento de los pacientes descompensados, es decir, sin un control adecuado de la enfermedad, se encuentran en riesgo, según un estudio realizado por el Centro Estatal de Información en Salud de Toluca, Estado de México.
Al respecto, la endocrinóloga Gloria Angélica González Villaseñor, adscrita al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Jalisco, refiere que el coma diabético, el cual produce pérdida del conocimiento y pone en peligro la vida, tiene como principal causa la hipoglucemia. Esta última se caracteriza por un descenso súbito en la administración de glucosa al cerebro y ello da lugar a desorientación, apetito excesivo, temblores, alteraciones en el estado de conciencia y falta de respuesta a estímulos externos, ya sean verbales o físicos.
En este sentido, la especialista expresó que las deficiencias en el autocuidado, la mala administración de los medicamentos y las carencias o excesos en la alimentación son algunos de los factores desencadenantes de coma en pacientes con diabetes.
De acuerdo con el doctor Augusto Calderón Rocha, médico internista egresado del Hospital General de México, otras causas que pueden desencadenar un coma diabético es el síndrome diabético hiperosmolar y la cetoacidosis diabética, ambos producto de una concentración de glucosa muy elevada en la sangre. “La primera condición se presenta cuando el azúcar en sangre supera los 600 mg/dL, por lo que la glucosa extra sale del organismo mediante la orina y esto provoca una deshidratación importante y que la sangre se torne espesa”, explica.
La cetoacidosis se produce porque la falta de insulina impide que las células se nutran con la glucosa presente en la sangre. “Por esta razón, el organismo recurre a mecanismos compensatorios (quema grasa para obtener energía) y como consecuencia se forman cetoácidos o cetonas», sustancias que son tóxicas para el organismo”, explica el doctor Joel Rodríguez Saldaña, director general del Centro Multidisciplinario de Diabetes de la Ciudad de México.
En cualquiera de las dos condiciones anteriores, el paciente experimenta fatiga, somnolencia, falta de apetito, sed excesiva, aliento con olor frutal, necesidad de orinar con frecuencia, náuseas, vómitos, dificultad para respirar, latidos cardiacos rápidos y boca muy seca.
Los especialistas recomiendan que al experimentar algún síntoma de nivel de azúcar en sangre alto o bajo, la persona mida de inmediato su glucosa y siga al pie de la letra su plan de tratamiento en función de los resultados de la medición. En caso de no presentar alguna mejoría o si el malestar empeora se debe acudir a un servicio de urgencias médicas. (Agencia ID)